¿Quién entre nosotros no necesita orientación o una guía para saber cómo conducir su vida? Un rey preguntó a un profeta, “¿Hay palabra de Jehová?” Recibió respuesta. Lea algunos consejos que Dios da en su Palabra.
“¿Hay palabra de Jehová?” Jeremías 37:17.

Mientras caminamos diariamente en el camino de la vida llegamos de vez en cuando a ciertas situaciones que nos parecen una rotonda. Entramos en el círculo y cuando no sabemos cuál sea el camino que debemos seguir, nos damos varias vueltas. Conozco una ciudad que tiene una rotonda con seis salidas y la primera vez que entré en la rotonda, me equivoqué de la calle que escogí. Tuve que regresar. Así es la vida y a veces nos quedamos perplejos para saber cuál es la indicada. Hay tantas opciones que en vez de iluminarnos, nos dejan confundidos.

Desde que Adán fue creado y Dios le dio instrucciones sobre sus deberes como “cuidador del Edén”, el ser humano necesita de alguien que le guíe. Reconocemos la voz de la experiencia entre los conocidos mayores que nosotros, pero ¿nos pueden orientar de tal forma que nos dejen siempre donde queremos llegar? Dios siempre quiere guiarnos y la Biblia está llena de consejos de Él. Algunos de ellos se hallan en los escritos de los profetas, o los apóstoles. He aquí una serie de consejos: “Renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre,… desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo;… Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo. El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje,… Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes” Efesios 4:23-29.

El rey Sedequías quiso saber algo del futuro pues la ciudad de Jerusalén era atacada por enemigos. Jeremías era un profeta al cual la gente no hacía caso. Por eso Jeremías decidió irse de la ciudad “para apartarse de en medio del pueblo” Jeremías 37:13. Allí un capitán apresó al profeta acusándole falsamente de pasar a los caldeos, los enemigos en las afueras de la ciudad. Jeremías declaró que era falso pero el militar “no lo escuchó, sino prendió Irías a Jeremías, y lo llevó delante de los príncipes” v.14. Aunque fuera inocente Jeremías fue azotado por los airados jefes del pueblo y puesto en “la casa del escriba Jonatán, porque la habían convertido en cárcel” v.15. Pasó varios días allá pero el rey Sedequías quería una palabra del Señor. Por eso manda a sacar a Jeremías de donde estaba y “le preguntó el rey secretamente:… ¿Hay palabra de Jehová?” v.17. “Y Jeremías dijo: Hay. Y dijo más: En mano del rey de Babilonia serás entregado” v.18. A pesar de la situación delicada de Jeremías, estando preso, no titubeó en declarar al rey en pocas palabras que iba a caer preso en las manos de los babilonios. Sus palabras no cayeron bien a los consejeros del rey, pero Jeremías se mantuvo firme en entregar la palabra de Dios a todos. Eso es lo que necesitamos hoy en día, hombres fieles que anuncian la Palabra de Dios sin ambages. Pueden ser una advertencia o una amonestación, pero si son para nuestro bien, debemos estar agradecidos, porque siempre “En cuanto a Dios, perfecto es su camino, Y acrisolada la palabra de Jehová; Escudo es a todos los que en él esperan” Salmo 18:30. “Porque recta es la palabra de Jehová, Y toda su obra es hecha con fidelidad” Salmo33:4. Pongamos atención a la Palabra de Dios.

Lectura Diaria:
2 Crónicas 36 [leer]
/Daniel 3 [leer]
/2 Juan [leer]