Lea de Jesucristo y como él es conocido como el Buen Pastor, el Gran Pastor, y el Príncipe de Pastores.
“Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.” Hebreos 13:20.

Suena como una frase tranquilizadora; “el Dios de Paz”. Dios es el Autor y la Fuente de paz. Se usa la palabra “paz” en el Nuevo Testamento para describir toda bendición que trae alegría al ser humano. La paz es el polo opuesto a todo lo que pudiera molestar o inquietar la mente. Es el producto de la reconciliación con Dios que deja la conciencia quieta; “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” Romanos 5:1. ¿Disfruta Ud. de esta paz? Estar reconciliado con Dios significa el pecado ha sido perdonado y tiene la seguridad de estar un día en el cielo. “Amados, AHORA somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es” 1 Juan 3:2.

El “Dios de Paz” es poderoso, pues hizo resucitar a Jesucristo de entre los muertos, y aquí es presentado como el “GRAN PASTOR”. Jesús se presentó como el BUEN PASTOR cuyo objetivo al venir al mundo fue dar su vida por las ovejas. Esto fue en el pasado. Ya lo hizo. Cuando ponemos nuestra fe en Él y lo que hizo por nosotros, Él llega a ser nuestro Gran Pastor, activo en la obra de intercesión ante el trono de Dios a favor de su grey. Pagó el precio del rescate de sus ovejas con su propia sangre y ahora intercede por ellas. Sin embargo, no solamente desea que vivamos en paz sino también que vivamos haciendo buenas obras no para ser salvos, sino porque ya somos salvos por fe.

A través del Señor Jesucristo, el Dios de paz quiere hacernos “aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad”. Es la única forma en que el ser humano pueda vivir y hacer lo que es agradable delante de Dios. Significa conocer su voluntad y obedecerla. Cuando los hijos de Dios se preocupan de vivir su vida conforme a la voluntad del que nos amó y nos salvó, sabe que Dios toma aquello en cuenta, pues “cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria” 1 Pedro 5.4. El Buen Pastor, el Gran Pastor, y el Príncipe de pastores es el mismo Señor que conoce sus ovejas. Las llama por nombre y las lleva en sendas de justicia. El objetivo está en el texto de cabecera, a Jesucristo “sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén” Si Ud. conoce a Cristo como el Buen Pastor que le salvó, querrá vivir para la gloria de él, el Gran Pastor, y cuando aparezca como el Príncipe de pastores, tendrá mucho gozo en ver como su vida trajo gloria a su nombre. Así sea. –daj

Lectura Diaria:
Esdras 3-4 [leer]
/Daniel 5 [leer]
/Apocalipsis 1 [leer]