En esta época se habla mucho de la Natividad. Conviene saber con exactitud los detalles tal como salen en la Biblia. La meditación hoy es sobre María.
“El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.” Lucas 1:35.
Lucas, el amado médico es el que más escribe sobre el nacimiento de Jesús. Comienza preparando el terreno relatando el milagro ocurrido en la familia de Zacarías y Elisabet, una pareja de ancianos que había perdido la esperanza de tener familia. Habían llegado a la conclusión que Elisabet era estéril y sus oraciones de años no iban a ser contestadas. Mientras Zacarías cumplía con sus funciones como sacerdote en el templo, recibió la visita del ángel Gabriel que le informó del milagro que les iba a acontecer a él y a su esposa. Zacarías dudó de lo revelado y Dios le hizo permanecer mudo hasta que naciera su hijo varón. Lucas se cuida de incluir los detalles para dar realce a lo que iba a pasar con María. Menciona que el embarazo de Elisabet ocurrió seis meses antes que María recibiera la noticia de milagro que en ella iba a realizarse.
Usando la condición de Elisabet como punto de referencia, Lucas dice: “Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María” Lucas 1:26-27. El saludo del ángel le habría tomado por sorpresa. De sus actividades en este momento no dice nada. “Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres” Lucas 1:28. La salutación “Salve” es similar lo que se oye hoy en día, “Salud”. Significa el deseo que el otro esté contento, y que lo pase bien, y experimente mucho gozo. Si María es llamada “bendita”, no es porque sea virgen o humilde, sino porque ella es la persona escogida por Dios para que la gloria Él sea conocida fehacientemente en la raza humana. María está desconcertada por estas palabras, y el ángel le calma diciendo “no temas, porque has hallado gracia delante de Dios” Es la gracia de Dios que ha seleccionado a ésta mujer para que Él se manifieste en carne humana, y así cumplir con las promesas milenarias acerca del Mesías.
En el mismo anuncio, Gabriel le indicó a María que había de concebir en su vientre una criatura de sexo masculino y no tendría que preocuparse por el nombre, pues debía llamarle JESÚS, (Jehová Salvador). Escuchando tantas grandezas acerca de este niño que ha de nacer naturalmente provocó una pregunta lógica. “¿Cómo será esto? pues no conozco varón” Lucas 1:34. La respuesta no se hizo esperar; “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios” Lucas 1:35. Dios mismo se encargó de todo, es decir, la concepción a través del Espíritu Santo, la protección contra cualquier problema o amenaza, e incluyó la aclaración a José para que se casara con ella, etc. “… porque nada hay imposible para Dios” Lucas 1:37. Enseguida María recibió otro dato sorprendente acerca su parienta Elisabet. Enseguida le fue a visitar a ella y hubo señas incontrovertibles que todo esto fue de parte de Dios. Dio origen a una canción de alabanza llamada “La Magnificat” que exalta la grandeza de Dios en tratar a sus criaturas con amor, bondad, y misericordia. Es saludable recordar el relato bíblico para apreciar la magnífica obra hecha a nuestro favor, pues “Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos” Gálatas 4:4-5. –David A. Jones
Lectura Diaria: | ||
Nehemías 8:1-18 [leer]
|
/Zacarías 4:1-14 [leer]
|
/Apocalípsis 13:1-18 [leer]
|