La lectura de las Sagradas Escrituras debe ser una fuente de gran bendición. ¿Lee Ud. la Palabra de Dios en forma diaria? Lea lo que pasó años atrás cuando los Israelitas volvieron de su destierro en Babilonia.
“Y toda la congregación que volvió de la cautividad hizo tabernáculos, y en tabernáculos habitó;… Y hubo alegría muy grande”. Nehemías 8:17.
El libro de Nehemías relata como una buena cantidad de israelitas volvieron de Babilonia para cooperar en la reconstrucción del muro y las puertas de la ciudad de Jerusalén. Fue después de más de setenta años de destierro y muchos de los regresados eran descendientes de los que inicialmente fueron llevados cautivos. Dios había permitido que fuesen llevados cautivos pues su pueblo le había abandonado y se transformaron en idólatras. Dios no considera cosa liviana dejar de adorar a Él solamente. Le ley decía “a Jehová tu Dios temerás, a él solo servirás, a él seguirás, y por su nombre jurarás” Deuteronomio 10:20. Jesús dijo algo similar: “al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás” Lucas 4:8.
El trabajo de reparación estaba bien avanzado, pero faltaba la recuperación en lo espiritual. “Venido el mes séptimo, los hijos de Israel estaban en sus ciudades; y se juntó todo el pueblo como un solo hombre en la plaza que está delante de la puerta de las Aguas” Nehemías 8:1. Esdras era escriba y sacerdote a la vez. Seguramente se contentó cuando le dijeron “que trajese el libro de la ley de Moisés, la cual Jehová había dado a Israel” v.1. ¿Cuál fue el objetivo de aquella reunión? Fue el momento de escuchar la voz de Jehová. La vida no es solamente trabajar en los intereses propios para establecerse cómodamente en casa sin atender la parte espiritual de su existencia. Iban a tratar un tema importante a través de la lectura pública de la Palabra de Dios. El interés del pueblo en lo escuchado trajo satisfacción y gozo al comprender la lectura. Permitió al pueblo recuperar varios aspectos de su vida espiritual y cumplir con su responsabilidad delante de Dios. Varios factores facilitaron su comprensión.
El auditorio no fue un grupo selecto, sino Esdras leyó a la congregación “de hombres como de mujeres y de todos los que podían entender” v.2. O sea, tanto mayores como menores de edad estuvieron presentes. Hoy día también los niños y la juventud deben escuchar las enseñanzas de la Palabra de Dios para apreciarlas. Cuando Esdras leyó, mostraron reverencia pues “los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley”. ¿Pone Ud. atención cuando es leída la Biblia, la Palabra de Dios? Por la Palabra somos instruidos en las cosas del Señor. Es una lástima que en la mayoría de los hogares cristianos la Biblia no se lee en familia. En mi niñez y la de mis cuatro hijos insistimos en una lectura bíblica diaria. Ahora que somos abuelos, continuamos con la lectura bíblica a la hora del desayuno y del almuerzo. La comprensión de las Escrituras requiere y merece esmerada atención porque Dios nos va transformando a la imagen de Cristo. (Lea 2 Corintios 3:17-18). Así el Espíritu produce su fruto en nosotros. (Gálatas 5:22-23). Los israelitas persistían en saber más aquel día, aprovechando la ocasión “desde el alba hasta el mediodía” Nehemías 8:13. Hubo interés sostenido: “y leyó Esdras en el libro de la ley de Dios cada día, desde el primer día hasta el último” v.18. Es bueno aprovechar cada oportunidad para adquirir más conocimiento de las Escrituras. El pueblo tuvo muchos motivos por qué regocijarse al saber del carácter de Dios. Igualmente nosotros nos gozamos en nuestro amado y admirable Señor y Salvador. Seamos un pueblo caracterizado por gran alegría, derivada de un aprecio por su Palabra, y de gratitud por sus bendiciones. “El gozo de Jehová es vuestra fuerza” v.10.
Lectura Diaria: | ||
Nehemías 9:1-38 [leer]
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/Zacarías 5:1-6:15 [leer]
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/Apocalípsis 14:1-20 [leer]
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