TENER LA PALABRA DE DIOS EN MENTE
Muchos cristianos de avanzada edad en el día de hoy se acuerdan de que cuando eran jóvenes memorizaban las Escrituras y cuánto bien les hizo. Es tiempo de renovar la práctica “En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti” Salmo 119:11. El primer día en el cual Josué asumió el liderazgo del pueblo de Israel, Dios le instruyó de una necesidad para evitar el fracaso en su vida. Josué había de guiar al pueblo para entrar en Canaán y luego tenía que repartir la tierra entre las once tribus. Por ser sacerdotes los miembros de la tribu de Leví no recibieron una región propia como las otras tribus, sino recibieron ciudades. Dios aseguró a Josué que podría contar con la presencia suya todos sus días. “Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé” Josué 1:5. En base de esto, Dios animó a Josué a esforzarse y ser muy valiente. Debía entender que esta exhortación no era para que se destacara más inteligente o más hábil entre sus pares; antes bien, que fuera obediente para hacer lo que Dios había determinado. “Esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni...
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