Hay varios personajes bíblicos que me gustaría conocer personalmente. Uno de ellos es el Dr. Lucas, escritor del evangelio que lleva su nombre y el libro de los Hechos. Lea acerca de él.
“Os saluda Lucas el médico amado.” Colosenses 4:14.

Al finalizar su carta a los colosenses Pablo incluyó a Lucas como un compañero que mandaba saludos a los hermanos. Pablo cariñosamente se refiere a él como “el médico amado”. Parece que era un hombre tierno en su trato con otros. Es reconfortante pensar que Pablo le tuvo a su lado, pues parece que el apóstol tenía problemas de salud. Pablo hizo referencia a su “aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee” 2 Corintios 12:7. Parece que fue su forma de referir a alguna enfermedad dolorosa y a la vez humillante. Posiblemente Satanás usara esta condición para hacer que Pablo se sintiera deprimido, o quizás impaciente o aun avergonzado. Sabemos que le significaba angustia porque pidió a Dios que le fuera quitada. La petición recibió una respuesta diferente a lo anticipado. En vez de quitarle el “aguijón” Dios le proveyó de su gracia para soportarlo. Por lo menos fue una enfermedad que su hermano y compañero doctor Lucas no pudo remediar. Es posible que parte de la gracia suplida viniera por medio de la atención brindada por el doctor Lucas.

Pablo sufrió mucha persecución en su labor de presentar a Cristo. La lista en 2 Corintios 11:23-27 da una idea de cuánto sufrió. Me gusta pensar que Lucas estaba cercano para curar las heridas del amado apóstol. Hay preguntas que se presentan acerca de Lucas y solamente podemos suponer las respuestas por lo que leemos en los dos libros que escribió. ¿Acaso podría Lucas haberse establecido con una buena renta como médico en alguna ciudad? Su constante compañerismo con Pablo revela su disposición de servir al Señor. Su lealtad a la causa de Cristo es excepcional, y prueba de ello está en 2 Timoteo 4:11. Pablo está pronto a partir de este mundo y dice “sólo Lucas está conmigo”.

Hay un comentario que Lucas incluye en su evangelio donde describe la situación de una mujer que acudió al Señor Jesús, y “que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada” Lucas 8:43. El no estaba presente cuando ocurrió este milagro durante el ministerio de Jesús pero es interesante que incluya el relato aunque deja mal puestos a los médicos que atendían a la mujer. Es una evidencia del cuidado literario y honradez ejercitados por Lucas al entregarnos estos dos valiosos documentos, el evangelio de Lucas y el libro de los Hechos. Sirven como fuentes confiables para que sepamos qué es lo que pasó en la vida de Jesús y cómo el evangelio produjo su fruto en muchos lugares durante los primeros años de la Iglesia. Terminó su relato en el libro de los Hechos refiriéndose a Pablo quien “permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento” Hechos 28:30-41. Lucas estaba allí con él y nos deja con ganas de conocerle personalmente. –DAJ

Lectura Diaria:
Génesis 43:1-34 [leer]
/Salmos 20:1-21:13 [leer]
/Mateo 25:1-30 [leer]