JESÚS (3)

Siguiendo los pasos del Señor en esta serie de meditaciones, llegamos a la etapa cuando fue conducido al desierto por el Espíritu Santo. Hay lecciones que aprender de eso. Lea de ellas. “Y luego el Espíritu le impulsó al desierto. Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era tentado por Satanás, y estaba con las fieras; y los ángeles le servían.” Marcos 1:12-13. El impulso del Espíritu sobre el Señor Jesús no fue violento ni forzado, sino un acto de mutuo consentimiento. Fue según el plan divino que Jesús se retirara de la sociedad por cuarenta días. El número cuarenta en la Biblia siempre tiene que ver con un período de prueba, y así Jesús estuvo en el desierto por cuarenta días donde fue tentado. El lugar adonde el Espíritu lo llevó era un lugar lejos de las poblaciones y un lugar desolado. Fue donde no había otros seres humanos que pudiesen prestarle ayuda en su prueba. Tampoco lo necesitaba pues era el Hijo de Dios. El Señor entraba en una nueva etapa de su vida en la cual estaría ocupado en sanar a los enfermos y predicar su mensaje de arrepentimiento y fe para entrar en el reino de Dios. Él iba a estar al servicio del pueblo como dice en Marcos 1:34, “y él sanó a muchos que padecían de diversas enfermedades y echó fuera...

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