PRIMERA EPÍSTOLA DE JUAN 1_8 — (007)

Mientras vivimos en este mundo existe la posibilidad de pecar. Uno trata de evitar el pecar pero si ocurre, hay que tener cuidado de no mentir acerca de él. Lea de eso. “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.” 1 Juan 1:8. Jorge Campbell se había convertido a Jesucristo. Experimentó un cambio radical en su vida pues había probado mucho del pecado antes de los 25 años de edad. En Portland, Oregón, iba a embarcarse como tripulante en un barco carguero pues estaba desilusionado con la vida. Mientras servía de barman en un club exclusivo adonde acudían las estrellas de Hollywood, escuchó a una mujer de situación holgada decir que la vida no valía la pena vivir. Jorge pensó que si alguien como ella no estaba satisfecha, ¿Qué más hay? Por un problema con sus papeles para embarcar, el barco partió sin él. Decidió visitar a un tío “religioso” en Vancouver, Canadá. Cuando llegó a visitar a sus parientes, le informaron que todos en casa tenían que ir a reuniones evangelísticas que dos predicadores celebraban en al local evangélico. Jorge se sintió comprometido de ir pues no tenía dinero y vivía a expensas de sus tíos. Jorge escuchó el evangelio, sintió compungido cuando hablaban del pecado y para su alivio, aprendió que en Cristo Jesús había perdón. Le...

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