JUAN A GAYO
¿Cómo está su salud espiritual? ¿Igual o mejor que su salud física? Hubo un hermano llamado Gayo y lo destacable de él fue su salud espiritual. Lea lo que Juan el apóstol le dijo. “Mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, de cómo andas en la verdad.” 3 Juan 1:3. Años atrás, un predicador del evangelio escribió una carta a su hijo en la fe. Juan era viejo y sus palabras fueron pocas, pero conceptuosas. El destinatario fue Gayo y seguramente se contentó al recibir unas líneas de su anciano padre espiritual. Juan apreciaba que la vida cotidiana que llevaba Gayo era para la gloria de Dios. Juan amaba a Gayo en el sentido puro del amor cristiano, aquel amor que Dios ha puesto en el corazón de cada hijo suyo. Juan deseaba la prosperidad física de su hijo, y usó como punto de referencia la salud espiritual de Gayo. ¿Acaso se puede decir esto en cuanto a nosotros? Seguramente la mayoría de nosotros tendríamos que decir que es todo lo contrario. La salud física es mejor que la salud espiritual. Preguntémonos, ¿cómo nos encuentra nuestro Señor, el médico divino? Juan había recibido la visita de unos hermanos en la fe. No se sabe en qué ciudad o pueblo estuviera cuando le fueron a ver. Juan anduvo en muchas partes enseñando la Palabra...
Read More