LA VISIÓN DE ISAÍAS Y SU EFECTO

Previo a cualquier servicio a Dios, debe haber una experiencia en que el siervo esté puesto en condición de representar a Dios. Isaías tuvo una experiencia que nos hace entender que es lo que necesitamos. “¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.” Isaías 6:5. El profeta Isaías tuvo una visión maravillosa del Señor mismo sentado sobre su trono. Vio también el templo, los serafines, la gloria y además escuchó una voz que hablaba. La visión de la santidad de Dios se destacaba como un contraste con la falsedad de la gente que le rodeaba y su auto-suficiencia en pensar que eran justos. Encontrándose en la presencia de Dios, Isaías se sentía abrumado de su propia indignidad. “¡Ay de mí!” exclamó y reconociendo su condición de hombre inmundo de labios, se maravilló pues “han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos” Isaías 6:5. La experiencia de Isaías ocurrió el mismo año en que “murió el rey Uzías” v.1. Usías fue el rey que murió castigado con la lepra debido a su atrevimiento delante de Dios. Isaías vio al Señor como un rey glorioso sentado en su trono que era alto y sublime. Su ropa abundante era como faldas con numerosas dobleces que llenaban...

Read More