PRIMERA EPÍSTOLA DE JUAN 2_23 — (033)

La relación entre el Padre y el Hijo es inquebrantable. Creer en uno es creer también en el otro. No se puede optar por uno y desechar el otro. Lea por qué es tan importante. “Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre.” 1 Juan 2:23. Juan el apóstol ha sido claro en declarar que la persona que niega que Jesús sea el Cristo es más que mentiroso – es ser anticristo. Negar la verdad acerca del Hijo significa negar también al Padre. Es el Padre que envió al Hijo al mundo para hacer su voluntad. Jesucristo oró al Padre diciendo: Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese.” Juan 17:4. Cuando Jesús conversaba con sus discípulos en el aposento alto y anunció su pronta partida, Tomás le dijo: “Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino?” Juan 14:5. La bien conocida respuesta del Señor fue “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” v.6. Así fue informado Tomás y a los demás discípulos que fuera de Cristo Jesús, no hay ninguna otra vía para llegar al Padre. No debería haber sido un concepto desconocido pues “si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora...

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