Primera epístola de Juan 2_25 — (036)

El tema de la vida eterna abarca mucho más allá de lo que nuestra mente finita sea capaz de captar. La aceptamos por fe y Dios se encarga de entregarnos todo lo relacionado a ella. Lea de algunas de las bendiciones. “Y ésta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.” 1 Juan 2:25 En el verso 24 Juan ha mencionado la necesidad de retener lo que hemos oído como ancla para el alma. “Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros.” Si lo oído permanece en los creyentes, “también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre.” Es un caso de causa y efecto. Juan anima a los destinatarios de su carta a mantenerse firmes y adheridos a la verdad respecto del Hijo de Dios y así disfrutar de las bendiciones contenidas en la vida eterna. No hay otra verdad fuera de la que hay en Cristo que prometa vida eterna. Ninguna otra fuente en el mundo puede fortalecer al cristiano como la verdad de la vida eterna. No significa estar en el cielo en la presencia de Dios solamente, sino es disfrutar ahora todo lo que Cristo nos regala con la vida eterna. “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo” Efesios 1:3. La verdad tocante la...

Read More