PRIMERA EPÍSTOLA DE JUAN 3_9 — (049)
La meta de cada cristiano es vivir una vida santa, una vida que agrada a Dios. Mientras estemos con vida en este mundo, vamos a tener una lucha constante para no sucumbir ante la tentación. La nueva vida en Cristo capacita al cristiano para que pueda vencer a la tentación. “Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.” 1 Juan 3:9. Habiendo establecido que el pecado es del diablo (v.8), Juan el apóstol ahora quiere destacar que “todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado” v.9. El Hijo de Dios vino al mundo “para deshacer las obras del diablo,” y esto lo lleva a cabo en la vida de los que nacen de Dios. Jesús introdujo el tema del nuevo nacimiento cuando conversó una noche con Nicodemo, un conocido líder entre los judíos en Jerusalén. “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo” Juan 3:5-7. Años más tarde, Pedro el apóstol se refirió a lo mismo: “siendo renacidos, no...
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