Mes: Noviembre 2011

SER FRUCTÍFERO

Cristo Jesús cuál Vid Verdadera espera que los suyos sean como racimos que reciben la fuerza espiritual que necesita para llevar fruto. El poder está. Depende de la disposición del creyente y luego de su completa dependencia del Señor. “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.” Juan 15:5. Todo hijo de Dios quiere ser fructífero en su vida. Quiere ser usado por el Señor para enriquecer la vida de otros. Debe haber tres factores para que el deseo sea una realidad. Estos son: 1. La DISPONIBILIDAD del poder para llevar fruto. 2. La DISPOSICIÓN de ser usado para llevar fruto. 3. La DEPENDENCIA del Señor para ser fructífero. La DISPONIBILIDAD del poder ya está asegurada. El Señor Jesús se presentó como “la vid verdadera” Juan 15:1. Él dispone de la “savia” necesaria para que el racimo crezca y se madure. Como el racimo no tiene otra fuente de nutrición sino la que viene de la vid, así el creyente en Cristo no tiene otra fuente de alimentación para poder llevar fruto para la gloria de Dios. El Señor Jesús dejó en claro que el poder para llevar fruto está en Él sólo, “porque separados de mí nada podéis hacer” Juan 15:5. ¿Cuáles son estos frutos que Dios quiere ver...

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LA CENA DEL SEÑOR Y EL SERVICIO

Celebrar la Cena del Señor cada domingo es un privilegio que millones de cristianos disfrutan. Es más que solamente recordar al Señor en su muerte, sepultura y resurrección. Es también la base de todo servicio efectivo y afectivo. “La gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres.” Tito 2:11. ¶ La última reunión que el Señor Jesús tuvo con sus discípulos fue llevada a cabo en un aposento. Pedro y Juan habían sido despachados por el Señor a ubicar el lugar para que Jesús pudiera celebrar la Pascua con los suyos. En esta oportunidad tan especial, hubo por lo menos dos sorpresas que tocaron a los discípulos vivir. Una fue la revelación intranquilizadora que hizo el Señor de que uno de ellos le iba a traicionar. Jesús no dejó mucho tiempo pasar sin individualizar a Judas Iscariote y ordenarlo a salir para hacer lo pactado con los líderes religiosos. La segunda sorpresa vendría al final de la celebración de la Pascua cuando todos pensaban que ya habían cumplido con todo lo ordenado por la ley. Fue cuando Jesús tomó pan, dio gracias, y luego pidió a los once discípulos a participar de él como símbolo de su cuerpo. Luego repitió el dar las gracias, y tomando una copa, se la pasó a los discípulos para que tomaran de ella como símbolo de nuevo pacto prontamente...

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REFLEXIONAR SOBRE LOS HIJOS

La lectura de la Biblia es la gran ausente en muchos hogares. De ahí se deriva muchos problemas que hoy se ve en la sociedad. Hay que tomar tiempo para reflexionar sobre este importante aspecto de la vida familiar. “Toda la Escritura es inspirada por Dios.” 2 Timoteo 3:16. Pablo reconoció que Timoteo, ya adulto, había sido muy favorecido en su niñez. Escribió a su hijo en la fe que toda la Escritura es inspirada habiéndole dicho: “Desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras”. Pablo insta a Timoteo a persistir “en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido”. Pablo se refería a la mamá y a la abuela de Timoteo como las responsables de la enseñanza que éste recibió en su niñez. En el comienzo de esta carta, Pablo se refirió a estas dos mujeres diciendo tenía en su menoría “la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice” 2 Timoteo 1:5. Es muy loable cuando los progenitores se preocupan de la salud espiritual de su prole. El ejemplo de estas buenas mujeres, madre e hija, es digno de imitar. Influyeron en su hijo y nieto cuando era joven y se vio el fruto cuando era adulto. Si Ud. es padre o madre, abuela o abuelo, ¿se preocupa por la salud...

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PRIMERA EPÍSTOLA DE JUAN 4_12 — (076)

En el amor falta el amor hermanable. Hay tanto odio y lo triste es que se manifiesta en el seno familiar. ¿Qué es lo que Dios espera? Nos capacita a través del Señor Jesús a mostrar este amor. “Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros”. 1 Juan 4:12. El amor mutuo que los hijos de Dios demuestran entre sí es una marca de parentesco con su Padre celestial. Dios nos amó primero y lo manifestó en el envío de su Hijo al mundo para ser nuestro Salvador. Cuando Cristo es aceptado por fe como Salvador, el Espíritu Santo imparte vida nueva y con ella derrama el amor de Dios en nuestro corazón. Ya capacitado para amar como Dios ama, es factible obedecer la exhortación, “Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros” 1 Juan 4:11. A renglón seguido viene el texto de cabecera que comienza con “Nadie ha visto jamás a Dios”. Juan dijo algo similar en su evangelio, “a Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer” Juan 1:18. Ahí está la clave para entender su enseñanza en esta epístola. No se puede ver a Dios con los ojos naturales, pero el...

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FRUTO PARA DIOS 2

Llevar fruto para Dios debe ser el objetivo de la vida de cada cristiano. Antes de conocer a Cristo como Salvador, es imposible hacer lo que es agradable a Dios. Después de confiar en Cristo, uno es capacitado para llevar fruto. “Todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia… para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina.” 2 Pedro 1:3-4. En nuestra condición como pecadores, el fruto que producimos es el producto de nuestros instintos naturales. La Biblia lo describe como fruto de “la carne”. La fuente de este fruto es la vida propia de uno, sean las ideas o los móviles, los cuales no reciben su dinámica a través de la vida de Cristo. Cristo Jesús se levantó de la muerte para impartirnos una nueva vida, una clase de vida diferente. Cuando le aceptamos como Salvador, recibimos como regalo la vida de Cristo Jesús. Dios nos hace partícipes de su vida como dice el texto de cabecera. O como dice Hebreos 3:14, “somos hechos participantes de Cristo”. La misma vida que Cristo tiene como resucitado es la que ahora actúa en nosotros que creemos. Es la vida de Dios, una vida de unión y comunión y por medio de...

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