Mes: Diciembre 2011

PRIMERA EPÍSTOLA DE JUAN 4_20 — (085)

Decir que uno ama a Dios sino que ese amor es extendido hacia los demás es una contradicción, pues el que ama a Dios ama también a quienes Él ama.   “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?”1 Juan 4:20. Juan el apóstol había expresado una gran verdad cuando escribió: “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero”. Hay miles de cristianos que lo han repetido, si no en palabras audibles, por lo menos como un sentimiento del corazón. Sin embargo, decir que uno ama a Dios impone sobre el que lo expresa un nivel de honradez. Si uno ama a Dios, entonces amará también a los hijos de Él. Las dos relaciones son inseparables. Es imposible que el amor para con Dios y el odio para con su hermano puedan coexistir. La naturaleza misma establece este principio en miles de situaciones. ¿Puede coexistir las tinieblas y la luz? ¿Puede un paño húmedo ser usado para secar? Dios nos amó primero y por eso, le amamos a Él y debemos amar a quienes Él ama. Si Ud. abriga un odio en su corazón para con su hermano y profesa amar a Dios al mismo tiempo, el sobrenombre que...

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PRIMERA EPÍSTOLA DE JUAN 4_19 — (084)

¿Ha dicho alguna vez a Dios que le ama? Debemos decirlo todos días como resultado de apreciar lo que Cristo hizo en la cruz para salvarnos. Dios nos amó primero y espero que le amemos a Él.   “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero”. 1 Juan 4:19. El tema del amor sigue ocupando la atención del apóstol. Ha establecido que el amor maduro produce confianza en vista del “día del juicio” v.17. Hay amplio conocimiento acerca de Jesucristo y como desarrolló su ministerio aquí en el mundo. Tuvo que enfrentar diversas situaciones y en la mayoría de ellas fue motivado por el amor. Los detalles acerca de la actuación de Jesús no se dan solamente para que los sepamos, sino para que sirvan de ejemplo y motivación, “pues como él es, así somos nosotros en este mundo” v.17. El apóstol también explicó que cuando el amor practicado es según el principio divino, “no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor” v.18. Ahora resume el tema indicando que el amor que tenemos para con Dios no comenzó con nosotros, sino “él nos amó primero” v.19. Nosotros confesamos nuestro amor a Dios al mismo tiempo que reconocemos que es el resultado de haber aprendido que Jesús dijo: “no me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros” Juan 15:16. Todo...

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BUSCAD LAS COSAS DE ARRIBA

Vivir pensando en las cosas de arriba tendrá un efecto en la vida aquí abajo. Los intereses del cielo serán el norte para todo cristiano. Es importante buscar las cosas de arriba.   “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.” Colosenses 3:1. Muerto con Cristo, sepultado con Cristo, resucitado con Cristo, tres grandes verdades que definen como Dios nos ve en Cristo Jesús. La reducida capacidad de la mente humana no puede entenderlo completamente pero por fe echamos mano a lo que Dios dice y nuestra responsabilidad es vivir en relación a estas realidades. Como instruye el texto de cabecera, en vista de nuestra posición en Cristo resucitado en el cielo, hemos de buscar las cosas de arriba en el cielo. Esto es para que sepamos conducir nuestra vida abajo en la tierra. Entre las indicaciones mencionadas para guiar al cristiano, Pablo usó la idea de ropa puesta que puede ser vista por los que nos rodean. “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia” v.12. Cada cristiano posee la vida de Cristo cual resucitado con Él y por tanto, debe reflejar su carácter; “de la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros” v.13. La fuerza motriz en todo esto debe ser...

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PRIMERA EPÍSTOLA DE JUAN 4_18 — (083)

Constantemente volvemos al tópico del amor de Dios pues es un tema recurrente en los escritos de Juan el apóstol. Tiene un efecto saludable cuando está presente en la vida y echa fuera al temor. “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor”. 1 Juan 4:18. La marca de madurez en la vida de todo cristiano se ve cuando el amor está presente en toda relación. Motivado por el amor, el hijo de Dios busca el bienestar del otro. Puede ser que sea criticado en lo que hace, pero si actúa según los principios divinos, no hay temor. Una paráfrasis del texto nos ayuda a captar el sentido. “El amor maduro no deja lugar para el temor. El amor echa fuera el temor. El temor trae su propia tortura pues es el producto de sentirse culpable. El hombre que vive en temor deja ver que el amor no ha sido perfeccionado en él”. El temor en muchos casos es el producto de la ansiedad por haber fallado y por haber cometido una falta. En vez de practicar el amor, es posible que el odio, el rencor, o el egoísmo hayan motivado al individuo y no hay seguridad cuando falta el amor. La vida...

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BIENAVENTURADOS LOS QUE OYEN

Un comentario interesante emitido públicamente puede conducir que en la conversación siguiente se digan cosas de gran envergadura. Así ocurrió cuando una mujer alabó a María, la madre de Jesús. Jesús por su parte pasó por alto lo dicho por la mujer para aclarar donde se radica la verdadera bienaventuranza.   Jesús dijo: “Bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.” Lucas 11:28 Las personas que rodeaban a Jesús durante su ministerio público a menudo querían saber de dónde tenía Él poder para hacer milagros. Fue eso mismo que despertó en Nicodemo el deseo de saber qué poder actuaba en Jesús. “Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él” Juan 3:2. Nicodemo había sacado por conclusión una gran verdad, que Jesús había “venido de Dios”. Los detractores de Jesús atribuían su poder a otra fuente. Decían que Jesús hacía sus prodigios por medio de Beelzebú, príncipe de los demonios. En Lucas 11, Jesús usó argumentos contundentes para refutar la sugerencia. Dijo: “si también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo permanecerá su reino?” v.18. “Mientras él (Jesús) decía estas cosas, una mujer de entre la multitud levantó la voz y le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos...

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