PRIMERA EPÍSTOLA DE JUAN 4_20 — (085)
Decir que uno ama a Dios sino que ese amor es extendido hacia los demás es una contradicción, pues el que ama a Dios ama también a quienes Él ama. “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?”1 Juan 4:20. Juan el apóstol había expresado una gran verdad cuando escribió: “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero”. Hay miles de cristianos que lo han repetido, si no en palabras audibles, por lo menos como un sentimiento del corazón. Sin embargo, decir que uno ama a Dios impone sobre el que lo expresa un nivel de honradez. Si uno ama a Dios, entonces amará también a los hijos de Él. Las dos relaciones son inseparables. Es imposible que el amor para con Dios y el odio para con su hermano puedan coexistir. La naturaleza misma establece este principio en miles de situaciones. ¿Puede coexistir las tinieblas y la luz? ¿Puede un paño húmedo ser usado para secar? Dios nos amó primero y por eso, le amamos a Él y debemos amar a quienes Él ama. Si Ud. abriga un odio en su corazón para con su hermano y profesa amar a Dios al mismo tiempo, el sobrenombre que...
Read More