PRIMERA EPÍSTOLA DE JUAN 5_15 — (099)
Somos gente muy comunicativa. Por eso, debemos animarnos para hablar a Dios pues el oído suyo está siempre abierto para escuchar las peticiones de sus hijos. “Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.” 1 Juan 5:15. La mejor forma para describir la época en que vivimos es “la era de la comunicación”. Sea el Internet con email, Facebook o Twitter, o sean los teléfonos móviles o la red fija, tenemos muchas formas de comunicarnos con otros. De hecho, un sobrino instaló un teléfono en nuestro hogar en Chile y desde Canadá nuestros hijos y amigos nos llaman marcando un número local. Apenas sentimos un temblor e inmediatamente prendemos la radio para saber donde estuvo el epicentro. Nos sentiríamos muy solos si no tuviéramos medios de comunicación. Además de comunicarse con amigos en el mundo, el ser humano tiene el gran privilegio de comunicarse con Dios. He aquí una invitación de parte de Él, “Invócame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás” Salmo 50:15. Como ejemplo de eso, Pablo y Silas estaban en una cárcel en la ciudad de Filipos, arrestados por una acusación falsa. En vez de quejarse, “a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían” Hechos 16:25. Desde la...
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