PRIMERA EPÍSTOLA DE JUAN 5_10 — (095)
Creer en el Hijo de Dios trae gran libertad. No creer en él trae graves consecuencias. “El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo.” 1 Juan 5:10. Se mencionaron tres testimonios en los versos anteriores; el Espíritu y el Padre al comienzo y al final del ministerio público de Jesús. Los tres casos dieron testimonio afirmando que Jesucristo es el Hijo de Dios. Tales testimonios no constituyen solamente afirmaciones cuyo objetivo es informar y nada más. El testimonio acerca Jesús tiene por objeto que pongamos fe en Él como el Enviado del Padre para salvarnos. Los líderes religiosos discutían con Jesús sobre su procedencia y su prédica. Les dijo que ellos juzgaban según la carne, o sea, su reducida capacidad humana de entender. Por tanto, no reconocieron que Jesús había salido del Padre. Vea Juan 8:15-16. Jesús les hizo ver que su propia ley decía “el testimonio de dos hombres es verdadero. Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio de mí” vv.17-18. Siguieron con su incredulidad ante la cual Jesús dijo: “Ni a mí me conocéis, ni a mi Padre; si a mí me conocieseis, también a...
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