Una palabra que produce sentimientos agradables en nosotros es la palabra “pastor”. Se imagina un hombre que con ternura se preocupa del bienestar de las ovejas quien está dispuesto a hacer lo que sea para cuidarlas. Jesucristo usó la analogía de un Pastor para enseñar lecciones valiosas.
“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.” Juan 10:27-28.
Existe confusión entre algunos cristianos acerca de la salvación eterna. Algunos declaran que es posible perderla. Las teorías que ofrecen no pueden ser sustentadas por la Palabra de Dios, y en vez de considerar el tema desde el punto de vista divino, lo ven desde el punto de vista humano. O sea, se fijan en la debilidad del hombre y su facilidad de tropezar en su testimonio. Dicen que debido a una caída, pierde su salvación. Dios quiere que veamos el tema desde el punto de vista de Él.
La obra de Cristo en la cruz fue perfecta, y su resurrección fue para siempre. Cuando el pecador se arrepiente de su pecado y acepta por fe la obra hecha a su favor por Cristo, es salvado de la condenación. Dios salva al pecador pues le ve como muerto con Cristo, sepultado con Cristo y resucitado con Cristo. Para que alguien perdiera la salvación, todos estos hechos tendrían que deshacerse. ¡Y esto es imposible! La salvación recibida es para siempre.
Cristo Jesús se presentó como el Buen Pastor. Los que aceptan al Buen Pastor como su Salvador, creyendo que Él puso su vida por ellos en la cruz son salvos. Han escuchado su voz llamándoles y han respondido. Siguen poniendo oído a lo que el Buen Pastor dice y es reconfortante saber que Él conoce a sus ovejas. Los salvados dan muestras de su relación con Jesús pues siguen creyendo su enseñanza y obedeciendo sus mandamientos. De esta manera, reflejan su carácter. En el comienzo de la era cristiana, los habitantes de la ciudad de Antioquía llamaron a los discípulos del Señor, “cristianos” por primera vez. ¿Cuál habría sido la razón? Seguramente fue porque lo que los discípulos del Señor decían en su hablar fue visto también en su andar. El Buen Pastor no solamente salva a la oveja sino la guarda y la lleva a la casa del Padre. En la parábola en Lucas 15 donde el pastor es visto en su actividad de buscar a la oveja perdida, habla de su obra completa: “y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido” Lucas 15:5-6. El Pastor que nos salva también nos lleva hasta la casa del Padre. (Continuará) –daj
Lectura Diaria: | ||
Levitico 14:1-32 [leer]
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/Salmos 119:1-40 [leer]
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/Marcos 4:21-41 [leer]
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