SALVADO PARA SIEMPRE 3

Para contestar nuestras preguntas acerca del futuro, tenemos la revelación de Jesús como la resurrección y la vida. Marta confesó su fe en ella frente a Jesús.

“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.” Juan 10:27-28.

El Buen Pastor ha regalado vida eterna a las ovejas. El verbo “regalar” no se refiere a algo que haya de ser recibido en el futuro sino es en algo poseído en el presente. ¿Si es un regalo, acaso Jesús me va a pedir que se la devuelva? La vida eterna es un regalo. ¿Cuánto tiempo dura la vida eterna? El Señor indicó que no solamente el creyente tiene la vida ahora, sino recalca que quien la posee “no perecerá jamás”. Parece que el Señor anticipaba que algunos comenzarían a intranquilizar a las ovejas enseñando que después de todo, podrían perder la vida eterna. Jesús agregó que las ovejas son salvas y están seguras en la mano del Hijo y en la mano del Padre. Dijo: “yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre” Juan 10:28-29. ¿Qué más se puede decir? Jesús habló de RECIBIR la vida eterna como regalo; de RETENERLA (nunca perecerá), y ser RESGUARDADO en las manos del Hijo y del Padre.

Pedro el apóstol comenzó su primera epístola con estas palabras: “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos” 1 Pedro 1:3. Si existiera la posibilidad de perder la salvación, no sería una esperanza viva. Jesús reveló a Marta, cuyo hermano yacía muerto en la tumba, “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente” Así afirmaba que la muerte física no puede anular la esperanza de vivir eternamente. Esta esperanza es parte del regalo de vida eterna. Ante la revelación de ser “la resurrección y la vida”, Marta fue preguntada por el Señor, “¿crees esto?” Juan 11:25-26. Su respuesta no se hizo esperar: “le dijo: SÍ, SEÑOR; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo” Juan 10:27.

Con Marta, todo creyente confiesa lo mismo pues en Cristo tenemos plena seguridad de poseer la vida eterna para siempre. Los que afirman que se puede perder la salvación falsifican la verdad acerca del alcance de la resurrección. Pablo mismo advirtió a Timoteo sobre esto mismo cuando mencionó a “Himeneo y Fileto, que se desviaron de la verdad, diciendo que la resurrección ya se efectuó, y trastornan la fe de algunos” 2 Timoteo 2:17-18. (Continuará) –DAJ