Jesús fue objeto de una falta de cortesía cuando aceptó una invitación a comer en casa de un hombre llamado Simón. Aparte de proveer la comida, Simón no brindó otras atenciones al Señor como era la costumbre. Pero una mujer pecadora lo hizo y fue bendecida.

 

 

Jesús “dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz”. Lucas 7:50. 

 

Mientras Jesús comía en casa de un cierto Simón, una mujer se acercó y con gran emoción demostró su profundo amor para con el Señor Jesús. Bañó los pies de Jesús con sus lágrimas y los enjugaba con sus cabellos. En su corazón Simón le criticó, lo cual movió al Señor Jesús a defenderla. Las mismas deferencias de cortesía que Simón cuál anfitrión debiera haber hecho a Jesús, fueron suplidas por la mujer. Jesús mencionó que besaba sus pies, ungía su cabeza con aceite y puso perfume en los pies.

 

¿Qué cosa había acontecido en la vida de ella que produjo este gran despliegue de gratitud y amor? Sin especificar cuáles fuesen sus faltas, Jesús dijo a la mujer frente a todos, “tus pecados te son perdonados” Lucas 7:47. Jesús informó a Simón que ella tenía muchos pecados y su gratitud desbordante fue por causa de su inmenso amor para con el Señor por su perdón completo. No hubo tal despliegue de parte de Simón. No se preocupó de saludar a Jesús con un beso y tampoco era capaz de proveerle de agua para sus pies. Simón tenía un concepto equivocado de sí mismo y Jesús le dijo claramente. “aquel a quien se le perdona poco, poco ama” v.47. Tiene que haber sido un suave toque que ternura para su corazón cuando Jesús dijo a la mujer: “Tu fe te ha salvado, ve en paz” v.50.

 

La declaración de Jesús a la mujer diciendo que estaba perdonada dejó perplejos a los comensales pues “los que estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste, que también perdona pecados?” Lucas 7:49. El conocimiento que tuvo la mujer de Jesús superó por mucho a los que comían con Jesús. Estaban cerca de Él físicamente pero estaban lejos en su apreciación por su derecho de perdonar. “TAMBIÉN perdona pecados”, dijeron. Reconocían que Jesús podía hacer milagros y enseñar con claridad pero preguntan ¿tiene un poder agregado? ¿Puede perdonar pecados?” La ignorancia acerca de Cristo conduce a las personas a no apreciar su amor y poder salvador. ¿Cómo ve usted a Jesús? ¿Lo ve como EL Salvador? Como Él, no hay otro igual. No sea nadie como los que estaban sentados en la mesa, prontos a criticar sin sentir amor y aprecio para con el Bendito Jesucristo que sí, PUEDE PERDONAR PECADOS. –daj

 

Lectura Diaria:
Levitico 17:1-18:30 [leer]
/Salmos 119:145-176 [leer]
/Marcos 6:30-56 [leer]