DAR A CÉSAR Y DAR A DIOS
Los evangelistas cuentan eventos en la vida de Jesús. En algunos casos, los escritores relatan las conversaciones que tuvo Jesús con sus opositores. Jesús manejó bien toda conversación y dejó a sus opositores con las manos vacías cuando querían atraparle en algún dicho. Su respuesta a la pregunta sobre a quién debe uno dar tributo. “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.” Romanos 12:1. Durante su estadía aquí en el mundo, el Señor Jesús fue constantemente asediado por sus opositores, quienes querían atraparle en una palabra o en una interpretación para poder presentarle ante el pueblo como falto de conocimiento. En una oportunidad, Jesús relató una parábola acerca de una viña arrendada a ciertos labradores. Llegado el tiempo de la vendimia, el dueño mandó a sus siervos para recibir la utilidad que le correspondía. La respuesta fue menos que cordial, y al final hubo violencia en contra de otros siervos enviados para recibir el retorno legítimo por su inversión. Los líderes del pueblo “procuraban prenderle, porque entendían (correctamente) que decía contra ellos aquella parábola”. No lo hicieron porque “temían a la multitud, y dejándole, se fueron” Marcos 12:12. Sin embargo, se molestaron porque Jesús les dejó sin argumento y por eso, “le enviaron algunos de los fariseos y...
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