UNA PÉRDIDA IRREPARABLE
Sin que Moisés se diera cuenta, fue probado por Jehová delante del pueblo. La instrucción recibida para sacer aguas de la peña fue clara: HABLAD A LA PEÑA. No lo hizo y perdió la realización de un deseo apetecido. Fue probado, fracasó y sufrió una pérdida irreparable. “Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel,… no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado.” Números 20:12. Imagínese estar acampado en el desierto sin agua. Así fue la situación de los israelitas. “Porque no había agua para la congregación, se juntaron contra Moisés y Aarón. Y habló el pueblo contra Moisés, diciendo: ¡Ojalá hubiéramos muerto cuando perecieron nuestros hermanos delante de Jehová!” Números 20:1-3. No era para menos que el pueblo se sintiera angustiado. La fe que habían ejercitado para salir de Egipto parece desaparecida. Moisés y Aarón fueron a la “puerta del tabernáculo de reunión, y se postraron sobre sus rostros; y la gloria de Jehová apareció sobre ellos” v.6. Jehová instruyó a Moisés a reunir la congregación y junto a su hermano habían de hablar en voz alta a la peña de tal manera que todo el pueblo se diera cuenta que con solo pedir a Jehová, él responde. La instrucción fue precisa: “HABLAD A LA PEÑA A VISTA DE ELLOS” v.8. El resultado prometido fue igualmente...
Read More