ANDAR Y VIVIR GUIADO POR EL ESPÍRITU SANTO

Cuando Dios nos da vida eterna y nos deja en el mundo para servirle, no nos deja a la deriva, sino provee una Guía perfecta en la Persona del Espíritu Santo. No es sólo un punto de referencia, sino una Persona Divina para guiarnos en el camino de justicia a fin de hacer la voluntad de Dios.   “Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.” Gálatas 5:25   En el momento de convertirse, el pecador arrepentido experimenta un maravilloso cambio en su ser.  Habiendo nacido con la vida física de parte de sus padres, delante de Dios se es pecador. “He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre” Salmo 51:5. Pero cuando una persona nace de nuevo por creer en Jesucristo como en su Salvador, sus pecados son perdonados y recibe vida nueva, la vida de Cristo. Viene también a  morar dentro del individuo el Espíritu Santo de Dios. De ahí en adelante, el ser humano debe responder a la guía de este Huésped Divino. Lo que Pablo escribió a los Gálatas es aplicable a todos nosotros: “Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne” Gálatas 5:16. Los deseos de la carne vienen de la naturaleza pecaminosa que queda residente en nuestro cuerpo mientras estemos en este mundo. Las opciones son dos; andar en el Espíritu...

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