Convertidos a Cristo (II)

“Lo que ahora vivo… lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” Gálatas 2:20 Un joven que había sido criado en una asamblea cristiana, después de treinta años de vida abandonó el lugar, sus amigos, sus “hermanos”. Había participado activamente en las actividades de su congregación. Cantaba, enseñaba y manifestaba un celo dedicado en las cosas de Dios. Sin embargo, después de una crisis familiar y de que ciertas situaciones se resolvieran de una manera en la que él no estuvo de acuerdo decidió marcharse. Un creyente de su iglesia le buscó y conversó con él. El joven le confesó: “me di cuenta de que estaba siguiendo una religión”. ¿Cómo fue posible?, ¿Acaso no tuvo buena instrucción? ¿Acaso no sabía bien el mensaje de salvación y de la conversión a Cristo? Amigo lector, cada persona debe descubrir a Cristo para sí misma. Él “no está lejos de cada uno de nosotros” (Hechos 17:27). Cuando escuchamos la escritura y sinceramente buscamos la verdad en ella, el Espíritu Santo nos muestra una persona única, incomparable, verdadera, actual. Los sistemas religiosos no tienen nada que ver ni nada que siquiera se aproxime a lo que la fe cristiana propone y ofrece. Que el lector no se confunda ni despliegue un manto sobre sus dudas trascendentales para aquietarlas, si las...

Read More