UN DÍA PARA RECORDAR

“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” Juan 14:6.   La simpática historia de Zaqueo siempre llama la atención. Era hombre de baja estatura que cuando quiso ver a Jesús, le significó un gran problema. ¡No podía ver a Jesús! Había personas más altas que él que le bloqueaban la vista. Siendo hombre inteligente, ideó un plan ingenioso. Sabía de un árbol sicómoro precisamente al lado del camino por donde iba a pasar Jesús. Encaramándose en él, se instaló entre el follaje para conseguir su objetivo: ver a Jesús. Al parecer pensaba pasar inadvertido allá arriba. Pero, ¡Sorpresa! Jesús se paró al pie del árbol y llamándole por su nombre, le ordenó: “Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa” Lucas 19:5. Zaqueo quería ver a Jesús; pero Jesús quería verle a él y conversar con él en su casa.   Fue un día memorable para Zaqueo, el día en que Jesús entró en su casa. Más que eso, entró en su vida y Zaqueo se convirtió en discípulo del Salvador. ¿Acaso en los días y meses siguientes, volvería al árbol para recordar su experiencia tan singular cuando Jesús le llamó? El día de la conversión de cualquier hijo o hija de Dios es una experiencia tan especial que no...

Read More