Mes: Febrero 2013

JOSÉ Y SUS HERMANOS (4)

“He aquí, todas estas cosas hace Dios dos y tres veces con el hombre, Para apartar su alma del sepulcro, y para iluminarlo con la luz de los vivientes.” Job 33:29-30.   Jacob no estuvo de acuerdo con que su hijo menor Benjamín fuera con sus hermanos mayores. José su hermano sanguíneo estaba desaparecido y Jacob temía un segundo desastre pues los dos eran de la misma madre predilecta de Jacob. Ni Jacob ni los hermanos sabían que él “hombre del trigo” en Egipto fuera José. Judá explicó todo el asunto a su padre refiriendo las exigencias del hombre quien advirtió “No veréis mi rostro si no traéis a vuestro hermano con vosotros” Génesis 43:3. Judá fue bien claro con su padre, “Si enviares a nuestro hermano con nosotros, descenderemos y te compraremos alimento. Pero si no le enviares, no descenderemos” vv.4-5.   Jacob, o Israel como también se llama quería saber “¿Por qué me hicisteis tanto mal, declarando al varón que teníais otro hermano?” v.6 Nadie sabía que todo era sabido por José. Es igual cuando tratamos con Dios, Él sabe todo y por eso busca que el pecador declare su condición y necesidad. Judá se ofrece como fiador por Benjamín. “Yo te respondo por él; a mí me pedirás cuenta” v.9. Fue un gesto noble de Judá pero se comprometía a una imposibilidad establecida en las Escrituras;...

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JOSÉ Y SUS HERMANOS (3)

“He aquí, todas estas cosas hace Dios dos y tres veces con el hombre, Para apartar su alma del sepulcro, y para iluminarlo con la luz de los vivientes.” Job 33:29-30.   Los hermanos de José llegaron a casa en la tierra de Canaán y contaron todo lo acontecido a su padre. Contaron que el “señor de la tierra” les había hablado ásperamente y les había tratado como espías. Le dijeron también como ellos habían dicho que eran doce hermanos en total y se refirieron al menor que se había quedado con su padre. También se refirieron a “uno que no parece”. No sabían que el que “no parece” estaba parado frente a ellos. Pasó un tiempo y el hambre era grande. Por eso, tuvieron que volver a comprar alimento. Judá recordó el acuerdo de volver con Benjamín, pues si no, no serían atendidos.   El gran problema era como volverse acompañados de Benjamín. Jacob temía “algún desastre en el camino” Génesis 42:38. No sabían que Benjamín iba a ser la clave para hacer posible la reconciliación. Al final Jacob accedió a que Benjamín les acompañara e instruyó a sus hijos a llevar lo mejor de la tierra como “un presente, un poco de bálsamo, un poco de miel, aromas y mirra, nueces y almendras.” Ordenó también que llevasen “doble cantidad de dinero, y… el dinero vuelto en las...

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JOSÉ Y SUS HERMANOS (2)

“El Señor… es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.” 2 Pedro 3:9.   La paciencia de Dios para con el pecador es grande y espera que ciertas situaciones en su vida le hagan reaccionar para reconocer su pecado y buscar el perdón que Dios quiere otorgar. José fue maltratado por sus hermanos cuando lo vendieron a los madianitas por veinte piezas de plata. Los madianitas eran mercaderes y le llevaron a Egipto para venderle como esclavo. Más de veinte años habían pasado desde su venta como esclavo hasta el momento que estamos comentando. José ya era el segundo hombre más poderoso de Egipto después del Faraón. Por lo menos fue el Ministro de Agricultura que vendía y distribuía el trigo. En el desarrollo de su trabajo, sus hermanos llegaron por primera vez en busca de trigo. Jacob y sus hijos sufrieron por causa de la escasez en la tierra de Canaán. José satisfizo sus necesidades y ordenó que Simeón se hermano se quedara preso mientras los otros nueve fueran a buscar a su hermano menor quien era hermano sanguíneo de José. Ellos no sabían con que trataban. Simeón fue retenido para asegurar que sus hermanos volvieran pues José quiso tratar un asunto importante con los once. Benjamín el hermano menor, el único inocente, iba a ser una pieza clave en...

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JOSÉ Y SUS HERMANOS (1)

“El Señor… es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.” 2 Pedro 3:9.   Tiene que haber sido dramático el momento cuando José se reveló a sus hermanos después de aproximadamente veinte años sin verlos. Los diez hermanos mayores vendieron a su hermano como esclavo a los madianitas que pagaron veinte piezas de plata por él, y le llevaron a Egipto. Allí trabajó, fue falsamente acusado y pasó tres años en la cárcel. De allí fue sacado para ocupar un lugar de importancia en la corte de Faraón, rey de Egipto. La hambruna que José profetizó cuando interpretó el sueño del Faraón llegó después de siete años de abundancia. Ya habían transcurrido casi tres años de los siete años de escasez anunciados cuando los hermanos de José viajaron desde Canaán en busca de trigo para mantener vivos a sus familias. La maldad de los hermanos para con José fue grande y ahora José los tiene delante suyo, sin que ellos se percaten de su identidad. Antes de regresar a Canaán con el trigo recién comprado, José exigió que Simeón se quedara como prenda hasta que trajeran de vuelta a su hermano Benjamín, que era menor que José y de la misma madre. Frente a sus nueve hermanos Simeón fue encadenado y llevado preso.   José tiene que haber sufrido mucho mientras...

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UN DÍA PARA RECORDAR

“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” Juan 14:6.   La simpática historia de Zaqueo siempre llama la atención. Era hombre de baja estatura que cuando quiso ver a Jesús, le significó un gran problema. ¡No podía ver a Jesús! Había personas más altas que él que le bloqueaban la vista. Siendo hombre inteligente, ideó un plan ingenioso. Sabía de un árbol sicómoro precisamente al lado del camino por donde iba a pasar Jesús. Encaramándose en él, se instaló entre el follaje para conseguir su objetivo: ver a Jesús. Al parecer pensaba pasar inadvertido allá arriba. Pero, ¡Sorpresa! Jesús se paró al pie del árbol y llamándole por su nombre, le ordenó: “Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa” Lucas 19:5. Zaqueo quería ver a Jesús; pero Jesús quería verle a él y conversar con él en su casa.   Fue un día memorable para Zaqueo, el día en que Jesús entró en su casa. Más que eso, entró en su vida y Zaqueo se convirtió en discípulo del Salvador. ¿Acaso en los días y meses siguientes, volvería al árbol para recordar su experiencia tan singular cuando Jesús le llamó? El día de la conversión de cualquier hijo o hija de Dios es una experiencia tan especial que no...

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