EL MESÍAS RECIBE LO QUE ES SUYO
El Salmo 2 está en su lugar correcto, pues en los Hechos 13:33, es llamado el segundo salmo. Es una profecía concerniente al Ungido de Jehová, es decir, al Mesías. “Pídeme, y te daré por herencia las naciones, Y como posesión tuya los confines de la tierra.” Salmos 2:8. La profecía del segundo salmo es relacionada al Mesías cuando Él sea puesto como Rey sobre el monte Sion, a pesar de la oposición a esto. La primera parte del salmo habla de lo que vemos en nuestros días, es decir, “los pueblos piensan cosas vanas… se levantan los reyes de la tierra… contra” el Ungido de Jehová. A pesar de todo eso, Dios dice: “Yo publicaré el decreto;… Mi hijo eres tú…” v.7. Luego viene la invitación “Pídeme” y la promesa, “y te daré por herencia las naciones.” Todo está decidido ya y tendrá su cumplimiento en el futuro. Cuando el Señor estaba en el Monte de la Tentación, fue tentado por el diablo. Le ofreció los reinos del mundo a cambio de darle adoración. ¡Esta fue una proposición atroz! Por su engaño en el principio, Satanás adquirió de Adán el señorío que Dios le había dado a él. Fue por eso que el Señor Jesús tuvo que venir para recuperar para Dios el mundo en que vivimos. Jesús murió en la cruz, pero como Hijo...
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