Mes: Junio 2013

LA IGLESIA EN ANTIOQUÍA

Aunque no haya ninguna carta en el Nuevo Testamento dirigida a la iglesia en Antioquía, de todos modos esta iglesia tiene gran importancia en cuanto a la difusión del evangelio en el primer siglo. Hubo varios factores por tener importancia.   “A los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.” Hechos 11:26.   En la iglesia de Antioquía hubo un gran desarrollo de la doctrina cristiana. Hasta allí llegaron los cristianos que huían de la persecución en Jerusalén. Predicaron el evangelio a todos, tanto a judíos como a gentiles. Hubo conversiones y cuando llegaron estas noticias a Jerusalén, Bernabé fue despachado para saber del asunto. “Éste, cuando llegó, y vio la gracia de Dios, se regocijó, y exhortó a todos a que con propósito de corazón permaneciesen fieles al Señor” Hechos 11:23. Bernabé “era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor.” v.24.   La enseñanza espiritual dada por Bernabé en la iglesia de Antioquía tuvo un efecto positivo, porque “a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía” Hechos 11:26. Bernabé necesitaba ayuda en dar enseñanza y por eso fue a buscar a Saulo en Tarso para que viniera a ayudarle. La iglesia en Antioquía fue la primera en enviar a misioneros a predicar el evangelio donde el nombre de Cristo no...

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El fin de la Historia (II)

“El fin de todas las cosas se acerca” 1 Pedro 4:7 ¿Dónde estará el lector cuando venga el Señor?, ¿Estará en la presencia del Señor, o se perderá irremisiblemente? Dijo Jesús: “sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡mas las señales de los tiempos no podéis!” (Mateo 16:3). Ayer comentamos que cuando el mundo antiguo alcanzó un grado de depravación tal, Dios obró en justicia y poder haciéndole perecer anegado en agua, no sin antes haberle anunciado salvación y justificación por voz de Noé. De la misma manera juzgó a Sodoma y Gomorra. En las palabras de Jesús: “casándose y dando en casamiento” (Mateo 24:38) está implícito que habían degradado el  matrimonio, que la santidad de este compromiso se había degenerado. Como el mundo actual ya se asemeja a estos pueblos antiguos en todo orden, una vez más constatamos dos cosas: en primer lugar, que el ser humano está interiormente degradado, y que sin haber sido regenerado repite los mismos patrones de decadencia progresiva y persistente; Es el pecado que se expresa en la conducta, la vida y la forma de ser. No importa la cultura, el crecimiento intelectual la ciencia o el desarrollo social, el mal está en el corazón del hombre y este no puede sino obrar pecado y rechazar el bien porque “sus obras eran malas” (Juan 3:19). En toda edad humana esto ha sido patente y...

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El fin de la Historia (I)

“El Señor no retarda su promesa” 2 Pedro 3:9 El mundo antes del diluvio era muy parecido al actual. Aunque se nos dicen pocas cosas sabemos que era una civilización que disfrutaba del arte y poseía tecnología (Génesis 4:21-22), pero que era violenta y no consideraba a Dios en su vida diaria (Génesis 6:11). Esta generación no tomó en cuenta a Dios y fue juzgada por ello. Eran días difíciles y peligrosos. El Señor Jesús llamó a estos días “Los días antes de Noé” (Mateo 24:37) donde “comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento” (Lucas 17:27). También les llamó “Los días de Lot” (Lucas 17:27) dando a entender que la inmoralidad y pecado hallados en el mundo antediluviano así como en el contemporáneo de Lot compartían las mismas características. El Señor menciona estos días como comparación a lo que serán los días en los cuales él ha de venir. Las mismas características, la misma corrupción, el mismo desenfreno, la misma impiedad. ¿Qué ocurrió? Bueno, Jesús nos dice que “no entendieron” (Mateo 24:39). No fueron capaces de ver el juicio que venía pese a que fueron advertidos por el “predicador de justicia”, el mismo Noé (2 Pedro 2:5). No conocieron “hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos” (Lucas 17:27). Ahí sí entendieron, ¡ahí sí se dieron...

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EL VIENTO – FIGURA DEL ESPÍRITU SANTO 2

En la entrevista que Jesús sostuvo con Nicodemo, Jesús le dijo tres veces que tenía que nacer de nuevo para entrar y ver el reino de Dios. Nicodemo no entendía la enseñanza de Jesús. ¿Acaso lo entiende Usted?   “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado.” Juan 3:14.   Jesús usó el ejemplo de los israelitas en el desierto cuando morían por causa de las mordeduras de las serpientes. En aquella oportunidad, Dios proveyó de un objeto para su vista y cuando lo miraban, quedaban sanos de su aflicción mortífera, recibiendo una nueva vida. En un sentido significaba para los Israelitas un nuevo nacimiento.   Lo que pasó con los israelitas fue una figura de lo que iba a pasar con Jesús en la cruz. El llegaría a ser el objeto de nuestra fe y mirándole a Él, creyendo en la Palabra de Dios, recibimos nueva vida, Juan 3:14. Hemos nacido todos de la carne, es decir, de nuestros padres. Como el nacimiento físico da origen a nuestra existencia en el mundo, así un nacimiento espiritual da origen a una existencia nueva de vida y nos prepara para vivir en el cielo. La Biblia dice: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna” Juan 3:36. Cada persona que recibe a Cristo como Salvador se convierte en...

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EL VIENTO – FIGURA DEL ESPÍRITU SANTO 1

Cuando se entrevistó Jesús con Nicodemo, hizo referencia al viento para describir la actividad del Espíritu Santo. Dijo Jesús: “El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido, mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu” Juan 3:8. ¿Qué quiso enseñar Jesús con eso?   “No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.” Juan 3:7   Todo el mundo ha experimentado el efecto del viento que sopla de la dirección que quiere, sin poder influir para que venga de otra parte. El viento se hace sentir por su efecto refrescante y por el sonido que produce cuando actúa sobre un objeto. El viento tiene voluntad propia y normalmente su actividad es benigna. Por ejemplo, el viento que limpia el aire viciado en algunas ciudades. El viento esparce las semillas que se desprenden de las plantas para que caigan en otra parte y así salen nuevas plantas. El viento es una fuerza soberana y Jesús lo usa como un ejemplo de la actuación del Espíritu Santo sobre los seres humanos.   Nicodemo visitó al Señor Jesús de noche, intrigado por saber de dónde venía el poder milagroso que acompañaba a Jesús al efectuar los milagros. Dijo: “nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él” Juan 3:2. Nicodemo...

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