Mes: Julio 2013

La bondadosa mano de Dios (II)

“El Señor es bueno” Salmo 101:5 Cometemos con Dios una injusticia cuando suponemos que él llevó a cabo todos sus actos poderosos y se manifestó a sí mismo con poder a aquellos en el tiempo antiguo, pero que no ejecuta maravillas o despliega su omnipotencia con los santos que habitan la tierra en este tiempo. Ayer hacíamos un llamado a revisar nuestras propias vidas. Seguramente podemos descubrir algunas circunstancias e incluso incidentes que nos hacen refrescar nuestra memoria y glorificar a nuestro Dios. ¿No fuiste nunca librado? ¿Nunca cruzaste por ríos sostenido por su divina presencia? ¿Nunca recibiste el perdón y restauración de parte del Señor? Un creyente había sido afligido en poco tiempo por varias circunstancias, bastante difíciles y una tras otra, él y su familia. Enterarse que habían chocado su vehículo ya fue demasiado para él y en un acto casi irracional empuñó su mano y dijo a Dios: “¿ya terminaste?”… Más tarde reconoció su profunda equivocación y avergonzado confesó al Señor su pecado. Es que es muy fácil olvidar los beneficios de Dios. El hombre es bendecido y se acostumbra a cierto nivel que pronto da por sentado. Luego construye expectativas por sobre este nivel y estas expectativas son cada vez más exigentes, cuando debiera reconocer que cualquier nivel es una concesión de Dios, partiendo por tener vida y pensamiento autónomo. El Dios que concedió a...

Read More

La bondadosa mano de Dios (I)

“No olvides ninguno de sus beneficios” Salmo 103:2 Es provechoso reconocer la marca de la mano de Dios en las vidas de los santos de la antigüedad y observar su bondad en librarlos, cómo les mostró misericordia cuando les perdonó, su fidelidad al guardar su pacto con ellos. Pero más provecho aun sería el reconocer esta mano de Dios en nuestras vidas. ¿No debiéramos mirar nuestra propia historia y reconocer que de la misma manera que con los santos de la antigüedad, esta ha estado llena de Dios, de su bondad, de su verdad, de su fidelidad? ¿Es esto así o no? Hace unos pocos años se nos dio el consejo de lo necesario que es instituir tradiciones espirituales en la familia, y entre ellas una consistente en que, en la noche de año nuevo, cada uno los que están reunidos –aun los niños– anota en un papel tres circunstancias o eventos en que pudo ver o reconocer la mano de Dios en el año que está por terminar. Se comentan brevemente y agradece al Señor por ello. A veces son cosas por todos conocidas pero otras veces no. Luego estos simple papeles se guardan en un sobre con el número del año afuera para testimonio para el futuro, como recordación y punto de retorno. Es una buena idea para hacer propia. Si el lector es salvado esto debiera...

Read More

Los Hijos de Dios y los hijos del diablo (II)

“Si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres” Juan 8:36 Los hijos de Abraham son los que han recibido a Cristo, han creído en él y por esto también recibieron el derecho de ser llamados hijos de Dios (Juan 1:12). Los judíos disfrutaron de las bendiciones de Dios por mucho tiempo y no supieron apreciarlas por lo que fueron desechados al no calificar como hijos. Jesús les dice que son esclavos y como tales no quedaron en la casa para siempre (Juan 8:35). La bendición de Dios es para los verdaderos hijos de Abraham, los creyentes que han puesto su fe en Jesús. De la misma manera, el día de hoy muchas personas creen que por haber nacido en una familia cristiana o por se hijos de creyentes o descendencia de creyentes, tienen algún privilegio delante de Dios. Los judíos decían que eran hijos de Abraham y por lo tanto estaban en superioridad y buen pie frente a Dios. Jesús les dice: “Sé que sois descendientes de Abraham”, no hijos (Juan 8:37). El Señor sabe de quién es hijo cada uno, de qué familia proviene y  todo lo concerniente a la vida personal y la ascendencia familiar. Pero en seguida les acusa: “Mi palabra no halla cabida en vosotros” (Juan 8:37). Ellos descendían de Abraham pero rechazaban la Palabra de Dios, la palabra que les llamaba a creer en...

Read More

Los Hijos de Dios y los hijos del diablo (I)

“Vosotros hacéis las obras de vuestro padre” Juan 8:41 Los judíos creían que por ser de la descendencia de Abraham tenían algo a su favor delante de Dios. En realidad confiaban mucho en eso a tal punto que es su principal argumento delante de Jesús, cuando este les ofrece libertad por medio del conocimiento de la verdad: “conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:32). Ellos se consideraban hijos, miembros y parte de la familia de Abraham, el padre de los creyentes, el padre de los que creen en Dios y por esa fe son declarados justos (Génesis 15:6, Gálatas 3:9). Ellos no lo entendían así, pese a que Jesús les explica claramente que “todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado” (Juan 8:34). A continuación el Señor Jesús les declara algo que debiera haberles hecho reflexionar profundamente: “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer” (Juan 8:44). Este no es precisamente un halago. Sin embargo, es lo que Dios dice a cada uno de los seres humanos en su palabra. En la condición natural del hombre, este es un hijo del diablo, y los deseos de este padre son su interés. Este es un padre cruel y esclavizante. Sólo a manera de ejemplo citamos la Biblia donde dice que este ser homicida y padre de mentira “puso...

Read More

Dios es Santo, Dios es digno (II)

“El Cordero que fue inmolado es digno” Apocalipsis 5:12 Dios es santo, santo en su persona, santo por ser Dios. En la adoración celestial, en la presencia de Dios, este atributo se destaca y proclama continuamente. Ayer mencionamos que también hay otro elemento en la adoración descrita en Apocalipsis y que dice relación con el hecho que Dios, además de santo, también es “digno”. Es  digno de recibir la gloria, honra y poder por la obra gloriosa y extraordinaria de la creación: “Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas” (Apocalipsis 4:11). La creación de todas las cosas es razón para reconocer mérito infinito y reconocimiento universal por parte de Dios de parte de sus criaturas. Esa obra prodigiosa, de la cual nosotros formamos parte, es razón de que el Dios eterno reciba adoración y reconocimiento. Pero a continuación Juan nos revela otra verdad. El Cordero que está en medio del trono, el Señor Jesucristo mismo, es digno de ejecutar los juicios justos de Dios, ejemplificado en ser digno de tomar el rollo de la mano derecha del que esta sentado en el trono y de desatar sus sellos. Dice el texto: “No se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo. Y...

Read More