Caminar con Dios (III)

Veíamos que Juan escribe bastante acerca de la comunión con Dios, de permanecer en el Señor Jesús. Prosigue Juan: “Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro. Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley.  Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él. Todo aquel que permanece en él, no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido” (1 Juan 3:3-6).   En este párrafo, junto con el párrafo de Juan que veíamos ayer tenemos varias características prácticas que manifiestan lo que significa caminar con Dios. Estas son:   No andar en tinieblas Confesar los pecados Guardar sus mandamientos Guardar su palabra Andar como él anduvo Amar al hermano No amar al mundo Retener las palabras como al principio Permanecer en Él Hacer justicia Purificarse a sí mismo No pecar – no tener al pecado como patrón de vida del creyente   Luego, caminar con Dios es una forma de vida. Caminar con Dios requiere de un creyente anclado, plantado a la voluntad de Dios. Más aún, vemos en el texto bíblico que el que comienza a caminar con Dios comienza a manifestar en su vida características del mismo Hijo de Dios. Comienza a hacerse realidad lo...

Read More