Dios es Santo, Dios es digno (II)
“El Cordero que fue inmolado es digno” Apocalipsis 5:12 Dios es santo, santo en su persona, santo por ser Dios. En la adoración celestial, en la presencia de Dios, este atributo se destaca y proclama continuamente. Ayer mencionamos que también hay otro elemento en la adoración descrita en Apocalipsis y que dice relación con el hecho que Dios, además de santo, también es “digno”. Es digno de recibir la gloria, honra y poder por la obra gloriosa y extraordinaria de la creación: “Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas” (Apocalipsis 4:11). La creación de todas las cosas es razón para reconocer mérito infinito y reconocimiento universal por parte de Dios de parte de sus criaturas. Esa obra prodigiosa, de la cual nosotros formamos parte, es razón de que el Dios eterno reciba adoración y reconocimiento. Pero a continuación Juan nos revela otra verdad. El Cordero que está en medio del trono, el Señor Jesucristo mismo, es digno de ejecutar los juicios justos de Dios, ejemplificado en ser digno de tomar el rollo de la mano derecha del que esta sentado en el trono y de desatar sus sellos. Dice el texto: “No se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo. Y...
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