Buscando a los perdidos (IX)

“Era necesario hacer fiesta y regocijarnos” Lucas 15:32 El hijo perdido que se ha ido lejos a una provincia apartada ha vuelto en sí y contrito y humillado ha vuelto a su padre. Al ver la magnitud del amor de su padre al recibirle no puede terminar el discurso que tenía preparado. Recibe vestido, anillo, zapatos y ¿podría pedir ahora que le padre le hciiese como uno de sus jornaleros?. Hay fiesta en la casa del padre y todos se regocijan, menos su hermano mayor que volviendo del campo donde se desenvuelve –figura del mundo– oye la celebración y descubre que su padre ha perdonado a su hermano que ha vuelto con todos los derechos a la casa paterna gracias a la misericoridia de su progenitor. Esto es demasiado y por lo tanto él no participará de esta fiesta de la gracia y del perdón. Su padre tiene que salir a buscarle. Por medio de esta parábola Jesús les denuncia a los fariseos y escribas que, en vez de alegrarse porque los pecadores perdidos pueden ser salvos, ellos se molestan, se enojan y arremeten contra quien ha venido a ser su salvador, el mismo Hijo de Dios. ¡Esa es su misión! Ya les ha dicho en otra ocasión: “Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. Id, pues, y aprended lo que significa:Misericordia quiero, y no sacrificio....

Read More