De en medio del fuego (V)
Santas palabras de nuestra fe, Traídas de arriba hacia esta edad, Vinieron a nosotros con sacrificio, Oh, las fieles palabras de Cristo escuchad. Santas palabras preservadas desde antiguo, En este mundo para nuestro andar, El corazón mismo de Dios en ellas resuena, Oh, que estas antiguas palabras nos enseñen, dejad. — Ronnie Freeman Jr. Dios ha hablado, y si Dios ha hablado, debemos confiar. “Toda la Escritura es inspirada por Dios” (2 Timoteo 4:16) y debemos defender su autoridad y perfección. ¡Son las palabras de Dios! Somos responsables de oírlas, enseñarlas y cumplirlas. Son palabras dignas de toda aceptación y crédito por parte nuestra. Las palabras humanas son dependientes del contexto, la madurez de quien las enuncia, su limitado conocimiento en el momento, y el contexto en el cual se desenvuelve. No podemos confiar en las palabras del hombre mas tenemos toda confianza en las palabras de Dios. La Biblia no es un libro que dice cosas ciertas acerca de Dios. La Biblia es la palabra de Dios. Si Dios ha hablado, confiamos en su palabra porque confiamos en él. Desconfiar de ella es desconfiar de Dios mismo. Al final el autor de estas palabras es quien sostiene la fe del corazón dubitativo. Sabemos quién habló y nuestras dudas desaparecen. No haya desconfianza de nuestra parte en la misma palabra de Dios. Ella es nuestra esperanza para esta...
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