En el relato de Génesis 14 es la primera vez que vemos la palabra ‘sacerdote’ en la escritura. Tenemos en la Biblia las bendiciones patriarcales, que consideraban beneficios divinos de prosperidad y progenie. En el mismo sentido los patriarcas pronunciaban bendiciones invocando los auspicios del Señor sobre la generación siguiente y así sucesivamente, pero en el relato de Génesis 14 vemos mucho más que eso:
“Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino. Y le bendijo” Génesis 14:18
Dios bendijo a los patriarcas y estos bendecían a su descendencia (Génesis 12:1-3; 22:16-18; 26:3-4; 27:27-29; 28:1; 49:28), pero la bendición de Melquisedec es única pues es la única bendición sacerdotal del Génesis. Abraham reconoce su superioridad y le honra también.
Este Melquisedec es llamado a la más alta función que un ser humano puede ser llamado, pues es sacerdote consagrado al Altísimo o El Elyon, el título de Dios que destaca su altura y exaltación más que ninguno, incomparable. Como sacerdote representaba a su pueblo delante de El Elyon. Como rey, era su soberano.
En el título sacerdote Melquisedec es un tipo de Cristo, y existen numerosas analogías y figuras que podemos apreciar para nuestro provecho:
Melquisedec es un sacerdote-rey. Así también Cristo (Juan 17:20; 18:36). Melquisedec es un sacerdote designado por Dios y separado –santificado– del resto de la humanidad (Juan 17:18-19; Hebreos 10:5; Hechos 17:31). Melquisedec, como todo verdadero sacerdote, es parte de la raza a la cual representa (Juan 1:14; Hebreos 5:1) y su genealogía no se nos cuenta pues representa la eternidad del Hijo (Juan 1:1-2; Hebreos 7:3). Como Melquisedec, Cristo es un sacerdote de alcance universal (2 Corintios 5:14-15; 1 Juan 2:2) y es un sacerdote de categoría más alta pues su sacerdocio comparado con el de Aarón es superior en tiempo, dignidad y duración (Hebreos 7:23-24).
Es un sacerdote perpetuo, “para siempre” (Hebreos 7:23-24), y es un sacerdote que recibe los diezmos de todo (Génesis 14:20, Hebreos 7:2). Es un sacerdocio que tiene la confirmación más alta que puede existir –un juramento divino (Salmo 110:4; Hebreos 7:20-21). También, como verdadero sacerdote, tiene la capacidad de bendecir (Lucas 24:50) y de presentar ofrenda (Hebreos 5:1-2). En este caso, Melquisedec presenta pan y vino, lo mismo que Cristo presentaría simbólicamente a los suyos como memorial de su propio sacrificio, su cuerpo y de su sangre (Mateo 26:26; Marcos 14:22; Lucas 22:19).
¿Qué le parece? La Biblia nos dice de Jesucristo que “El Hijo de Dios permanece sacerdote para siempre” (Hebreos 7:3). Nos enseña que vive, salva, intercede y permanece para siempre (Hebreos 7:25). ¿Tiene usted en Jesucristo a su sacerdote ante el Dios Altísimo? –rc
(Continúa)
Lectura Diaria: | ||
2 Cronicas 14-15 [leer]
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/Ezequiel 36:16-38 [leer]
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/Juan 14:15-31 [leer]
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