Hace dos semanas, Ronnie Smith, un profesor de química estadounidense de 33 años fue asesinado mientras trotaba por las calles de Benghazi en Libia. Enseñaba química a niños en una escuela desde hacía ya 18 meses. El y su esposa tenían un pequeño hijo. En Octubre, islamistas militantes habían llamado a ejercer violencia contra ciudadanos americanos específicamente, y Ronnie fue víctima de esa violencia. Dijo el Señor:

“El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará” Juan 12:25

 

Lo notable de la historia es la carta que su esposa, Anita Smith, ahora viuda, ha escrito y que ha sido publicada:

“Mi esposo y mejor amigo Ronnie Smith amaba al pueblo de Libia… el 5 de diciembre un pistolero cortó su vida. El felizmente habría dado muchos años más de su vida a Libia. Este país era muy diferente a lo que estábamos acostumbrados antes de venir, pero nos entusiasmamos con su cultura. Nuestra familia y amigos estaban preocupados por nuestra seguridad, y hablamos de esto más de una vez. Lo sabíamos, pero asumimos el riesgo porque creímos que la gente de Libia lo merecía. Ahora, después de lo que ha sucedido, no tengo dudas que ambos tomaríamos la misma decisión otra vez.”

“Ronnie les amaba, especialmente a sus estudiantes. Dio lo mejor de sí para vivir su fe de forma humilde y respetuosa dentro de una comunidad de gente que profesaba una fe diferente”.

 

A continuación, Anita escribe un párrafo a sus atacantes:

“A sus atacantes: Les amo y les perdono”.

“¿Cómo podría no hacerlo? Pues Jesús nos mandó ‘amar a nuestros enemigos’, no matarles ni buscar venganza. Jesús sacrificó su vida de puro amor precisamente por la gente que le asesinó, así como por nosotros el día de hoy. Su muerte y resurrección abrieron la puerta para nosotros para poder caminar por la senda recta hacia Dios en paz y perdón. Por lo que Jesús hizo, Ronnie está con Cristo en el paraíso ahora. Jesús no vino solamente a llevarnos al paraíso cuando muramos, sino también a traer paz y sanidad a esta tierra ahora. Ronnie les amaba porque Dios les ama. Ronnie les amaba porque Dios le amó a él, no porque Ronnie fuera tan extraordinario, sino porque Dios es un Dios muy grande.”

En seguida escribe “Al pueblo de Libia”:

“Siempre esperé que Dios nos diera un corazón para amarles, pero nunca esperé que ustedes nos amaran tanto a nosotros. Vinimos a bendecirles, pero ustedes nos han bendecido mucho más. Gracias. Gracias por su apoyo y amor hacia Ronnie, nuestro hijo Oseas y hacia mí. Desde la muerte de Ronnie mi amor por ustedes se ha incrementado de formas que nunca imaginé. Me siento ahora más cerca de ustedes que nunca.”

“Escucho gente hablar con odio, ira y acusaciones a propósito de la muerte de Ronnie, pero eso no es lo que él querría. Él querría que su muerte fuera una oportunidad para que pudiésemos mostrarnos unos a otros amor y perdón, porque eso es lo que Dios nos ha mostrado.

Quiero que todos ustedes, pueblo de Libia, sepan que estoy orando por la paz y prosperidad de Libia. Que la sangre de Ronnie, vertida en suelo libio, estimule la paz y reconciliación entre el pueblo de Libia y Dios”.

Sinceramente, Anita Smith

 

Esta historia se está escribiendo. ¿Qué resultado tendrá la muerte de este profesor cristiano en medio de un país en caos? ¿Qué puede hacer el Señor con una muerte aparentemente sin sentido? Por lo pronto tres reflexiones inmediatas vienen a la mente: Primero, que los creyentes debemos reflexionar en que podemos partir repentinamente. Segundo, que los no salvados puedan vislumbrar el amor de Dios, que puede restaurar un alma y enmendar una vida a partir de una desgracia, salvándole y dándole la vida eterna. Tercero, que los caminos de Dios no son nuestros caminos, como dijo el profeta hace tres mil años. –rc

Lectura Diaria:
Nehemías 6:1-19 [leer]
/Zacarías 1:1-21 [leer]
/Apocalípsis 11:1-19 [leer]