¿Recuerdan la primera vez que usaron pañales? por supuesto, difícilmente lo podrán recordar, salvo si alguien que estuvo ahí les cuente cómo fue esa experiencia. Bueno, leyendo la Biblia, en el evangelio según Lucas, leemos lo siguiente: “(María) dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón” Lucas 2:7

Viene a la mente la palabra “representación”.  Una razón principal de la venida de Cristo al mundo fue de REPRESENTACIÓN. El vino a representar, ante Dios a una humanidad caída, que no podía llegar a EL; necesitaba un representante competente. Sin embargo, para representarnos de manera total, debía, en primer lugar, ser como uno de nosotros, nacer como uno de nosotros y eso incluye lleva pañales como uno de nosotros. No nos quepa duda entonces de que Cristo sabe exactamente lo que significa ser un ser humano y, por lo tanto, entiende perfectamente  hasta las más pequeñas dificultades e  incomodidades que la condición humana muchas veces conlleva… incluso las de los pañales.
Sin embargo, su papel de representante no podía ser perfecto si no  nos representaba ante Dios, ofreciéndose para morir por nosotros en la cruz.

No en vano el ángel que habló a José le dijo: “llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mateo 1:21). La Biblia dice de Cristo  “porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12).

¿Es usted salvo? ¿El sacrificio de Cristo en la cruz se ha hecho realidad en su vida? ¿Puede usted decir con propiedad que El es su representante?

–Jonathan Lazcano/adaptado
Lectura Diaria:
Ester 2:1-23 [leer]
/Zacarías 12:1-13:6 [leer]
/Apocalípsis 19:1-10 [leer]