La expresión que emplea David en el cántico tiene un significado muy especial para quien confía en Dios.
“Tu benignidad me ha engrandecido” 2 Samuel 22:36
La benignidad de Dios se refiere a una disposición más bien favorable hacia alguien en contraste con un trato áspero. Esta palabra benignidad [anavah] tiene dos significados algo diferentes cuando se refiere al hombre y cuando se refiere a Dios. Desde el punto de vista humano y subjetivo significa modestia o humildad: “El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría; y antes de la honra está la humildad [anavah]” (Proverbios 15:33). Antes del quebrantamiento se enaltece el corazón del hombre, y antes de la honra está la humildad [anavah]”, también traducida abatimiento en SVR (Proverbios 18:12; ver también Proverbios 22:4).
Sin embargo, desde el punto de vista divino y objetivo el significado tiene que ver con la clemencia. Así, en el texto de 2 Samuel 22:36 representa la condescendencia del Juez Divino que es renuente a exigir la demanda plena de la ley y –por esa actitud– levanta o engrandece a aquellos que de otra manera serían destruidos bajo su condenación. También en esta palabra está la idea de responder o contestar con amabilidad. La virtud que beneficia al pecador es del juez, no del acusado. No es que el que es benigno no tiene otra respuesta que proponer, en este caso Dios. El responde así pudiendo responder de otra manera, y ¡vaya de qué manera! (Hebreos 12:29).
Lo que David está diciendo en el segundo libro de Samuel sería tu forma de tratar conmigo, tu forma de responderme con ternura y condescendencia… me ha engrandecido. Tiene que ver con incremento, aumento en cantidad, multiplicar. Engrandecer en el sentido de aumentar su valor (como en Levítico 25:16), prosperar en general (Deuteronomio 7:13), ser aumentada la honra (2 Crónicas 32:27)
Escribiendo a los Corintios, Pablo utiliza la palabra transliterada al griego para denotar el mismo significado, ahora aplicándolo a Cristo y su condescendencia. En esta carta suplica a sus lectores por la mansedumbre de Cristo, unida con su ternura (2 Corintios 10:1) que pongan atención a su exhortación. De la misma manera, al igual que David, los creyentes podemos decir que Su clemencia nos ha engrandecido. –rc
Lectura Diaria: | ||
Exodo 20:1-26 [leer]
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/Salmos 60:1-61:8 [leer]
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/Hechos 11:1-18 [leer]
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