Los creyentes, convertidos a Cristo
A manera de resumen, podemos decir que al comienzo del capítulo uno de Juan tuvimos una visión del Hijo de Dios morando con su Padre. Le seguimos en su descenso hacia la tierra, donde se humanó a fin de traer luz y vida. El Cristo es rechazado por la mayoría de los judíos, pero cuando Juan el Bautista le señala como el “Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”, produce en los corazones de dos de sus oyentes el ferviente deseo de conocerle y seguirle. “Hemos hallado al Mesías” Juan 1:40-42 Casi al final del capítulo, el Hijo de Dios se encuentra proclamado por Juan el Bautista como el Cordero de Dios, rechazado por la mayor parte de su pueblo y seguido solamente por dos hombres humildes. Él ha venido al mundo porque Dios en su amor lo envió, y ha venido para buscar y salvar lo que se había perdido (Lucas 19:10). La mayoría de la gente de su tiempo le rechazó, lo que no es extraño pues en todas las edades ha ocurrido así. Notablemente, siempre el elemento religioso se ha opuesto a la verdad y a la gracia de Dios. Esto es evidente en la historia bíblica comenzando desde Caín. Esto generó gran dolor al corazón del Hijo de Dios, como nos lo expresa el relato del evangelio describiendo la reacción del Señor al...
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