Acerca de la incredulidad de Israel para con Dios (I)

Dios hizo una cosa muy grande con el pueblo de Israel al libertarlos de la esclavitud de Egipto. No obstante, pese a sus intenciones de obediencia y confianza, el pueblo no creyó a Dios y sistemáticamente dudaron de su cuidado y poder. “Y todo el pueblo respondió a una, y dijeron: Todo lo que Jehová ha dicho, haremos” Éxodo 19:8   El Éxodo de Israel es una obra de liberación tremenda. Dios lo resume en esta frase: “te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre” (Éxodo 20:2). Este acto soberano y misericordioso de Dios se lleva a cabo en un pueblo que fue esclavizado por siglos en este país. Los hijos de Israel vieron el poder y la grandeza de Dios en forma muy especial (Éxodo 14:30-31). De forma maravillosa Dios dio pruebas más allá de cualquier duda, de que Él tenía el poder de cuidar a su pueblo: “Y el pueblo temió a Jehová y creyeron a Jehová”. Cuando Dios se aparece a Moisés, promete traerlos a la tierra “buena y ancha” (Éxodo 3:6), “a una tierra que fluye leche y miel” (Éxodo 3:17). En el cruce del Mar Rojo, da pruebas de que puede cuidarles. Israel debió recordar eso, pero a medida que continuamos leyendo en el libro del Éxodo nos damos cuenta que los hijos de Israel fallaron en confiar en Dios, que...

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