Mes: Mayo 2014

Afanarse por lo que realmente importa

“No os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.” Mateo 6:34 Todo el mundo quiere saber qué va a pasar en el día de mañana. Menos mal que no sabemos las cosas que nos van a suceder, pues tendríamos los nervios destrozados, con sólo preocuparnos por los problemas que nos sobrevendrían. La Biblia tiene un consejo excelente para nosotros: “BASTA A CADA DIA SU AFAN”. Es decir, El día de hoy tiene sus demandas y la fuerza que tenemos disponible es para hoy, así que, no vaya preocupándose del día de mañana, o de pasado mañana, pues la sobrecarga sería demasiada. Nuestro sistema nervioso tiene su capacidad limitada y si supiéramos algunas de las cosas que tendríamos que afrontar de aquí a una semana, nuestro sistema no podría aguantar el stress adicional. “BASTA A CADA DIA SU AFAN,” no solamente es un consejo divino digno de aceptar, sino muestra que Dios conoce muy bien el cuerpo humano y hasta donde llega su capacidad para llevar una carga. Si el Señor oculta de nosotros el conocimiento de los detalles de nuestro futuro personal, por lo menos revela algunos secretos acerca del futuro referentes al mundo. Él revela detalles que afectan a muchos y son eventos que acontecerán en gran escala. Por ejemplo, el libro del Apocalipsis...

Read More

Jacob al final de su vida (III)

En este encuentro entre Jacob, José, Efraín y Manasés también hay una muestra de lo que Dios puede hacer en las vidas de quienes son suyos. Consideremos otros aspectos de esta historia. “Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos” Mateo 22:32 Jacob ha sufrido, lo ha pasado mal, pero al final es un hombre de Dios maduro y completo. Es cierto que le tomó muchísimos años el llegar a este estatus, pero lo ha logrado por obra de –en sus palabras– a “El Dios Omnipotente” (v.3), a “El Dios en cuya presencia anduvieron mis padres” (v.15), a “el Angel que me liberta de todo mal” (v.16). Jacob termina su vida como un hombre espiritual, sabio, prudente, con discernimiento, con capacidad de bendecir a otros, con una historia de fe que contar. ¿Cómo será el final de nuestra vida? ya sea en juventud, madurez o vejez, si el Señor nos llama, ¿cuál será el legado espiritual nuestro? Vienen a la mente las palabras del apóstol Pablo: “estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Filipenses 1:6). En esta escena también hay adoración. Eso es lo que destaca el versículo que vimos el primer día en hebreos 11:21, “Por la fe Jacob,...

Read More

Jacob al final de su vida (II)

José trae sus hijos a Jacob. Se le ha comentado que “está enfermo” (v.1) y esto se refiere a una enfermedad o condición seria, a una condición ya en fase terminal, incurable. José lo entiende así y viene a su padre. Veamos más de esta preciosa escena. “Tu salvación esperé, oh Jehová” Génesis 49:18   Jacob parte su diálogo con José reconociendo que es un verdadero creyente, que tuvo un encuentro personal con el Dios eterno: “El Dios Omnipotente me apareció en Luz en la tierra de Canaán, y me bendijo” (v.3). Todo parte ahí, y Jacob reconoce que su vida en adelante no podría haber sido la misma sin ese encuentro. Jacob había sido mentiroso, envidioso, mal hijo, malcriado. Sin embargo Dios bendice a uno en base a su necesidad y propósito, no en su mérito, y Jacob comienza a enumerar las bendiciones de Dios para con él. Vemos evidente restauración. Una restauración que llegó tarde a Jacob, a los ciento treinta años (Génesis 47:9). Es un hecho evidente que la vida de Jacob cambió después de reencontrarse con José. Ahora él bendice. Entonces Jacob da testimonio de su conversión, reconoce los caminos de Dios (v.3-4), reconoce una prueba demoledora y haber experimentado un largo sufrimiento: “cuando yo venía de Padan-aram, se me murió Raquel en la tierra de Canaán, en el camino” (v.7). ¿Aquí cada uno de...

Read More

Jacob al final de su vida (I)

En la historia de Jacob hay altibajos. Probablemente los puntos altos son pocos, pero al final de su vida este patriarca es reconocido como un hombre de fe. “Por la fe Jacob, al morir, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró apoyado sobre el extremo de su bordón” Hebreos 11:21 Jacob falla en su prueba de fe. Falla continuamente y en eso nos representa a los creyentes en nuestra caídas frecuentes, y en nuestra incredulidad y en el querer hacer las cosas a la manera nuestra. Si uno estudia las dispensaciones, encuentra que Jacob falló también en quedarse en Egipto luego del período de hambruna. Debió volver a Canaán, o por lo menos debió enviar de vuelta a sus hijos. Sólo podemos especular, pero las palabras de José refiriéndose a sus huesos (Génesis 50:25) dan cuenta de que el gobernador tenía muy claro que, tanto él como su familia, no pertenecían a Egipto. Él estaba en Egipto literalmente enviado por Dios “para preservación de vida”, es decir, siguiendo la voluntad de Jehová (Génesis 45:5) y debía quedarse ahí, mas no así Jacob. Ya Dios había dicho a Isaac claramente que permaneciera en la tierra: “se le apareció Jehová, y le dijo: No desciendas a Egipto; habita en la tierra que yo te diré. Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré”...

Read More

Un Padre Rico

“Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, … nos dio vida juntamente con Cristo … y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús”. Efesios 2:4-7. De un orfanatorio ubicado en un país de Europa Oriental, los esposos David y Bonnie Jacobs adoptaron cuatro niños. La pareja gozaba de una situación holgada que les permitió solventar todos los gastos durante once meses de negociación. Los niños habían conocido la pobreza y habían mendigado para sobrevivir. Llegó el momento cuando junto a sus nuevos padres volaron a Norteamérica. Después de diez horas en el avión, llegaron a Atlanta, y tenían que esperar dos horas antes de tomar el vuelo siguiente. Permitieron que los niños jugaran en el terminal. Uno de los chicos se acercó a un hombre que tomaba agua, y con un gesto pidió algo con la mano extendida. David Jacobs se horrorizó cuando el hombre pasó una moneda al chico. No era necesario para el niño hacer esto, pues en la nueva familia a la cual había entrado, el padre disponía de todo lo que necesitaba, sin que tuviera que pedir a otros. Su nuevo padre le daría todo lo...

Read More