Hay algunas fuentes de trabajo que donde todos los empleados efectúan una labor similar. Los miembros de las Fuerzas Armadas llevan el mismo uniforme y hacen el mismo trabajo. Los trabajos realizados por las secretarias no cambian mucho de oficina en oficina. Pero hay algunas personas que tienen ciertas especialidades y realizan labores específicas que otras no pueden hacer. Veamos uno de estos casos.
“Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe” Juan 3:30
¿Cómo sería tener que realizar un trabajo que nadie más fuera capaz de hacer? ¿Cómo sería recibir el encargo de cumplir una tarea y fuera Ud. el único llamado a hacerlo? Así fue la labor que realizó Juan el Bautista.
Juan por cierto fue apartado desde el vientre de su madre para cumplir el rol del heraldo del Rey, Jesucristo. Debía ir delante del Rey anunciando su llegada y preparando a la población para recibirle. Juan el Bautista pasó muchos años de preparación de su corazón antes de realizar su trabajo. Cuando llegó el Rey, los mismos discípulos que creyeron el mensaje de Juan, luego de conversar con Jesús, abandonaron a Juan. El supo que así iba a ser y ya una vez había dicho: “Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él” (Juan 3:28). Juan entendió su rol y lo cumplió a cabalidad. Cristo era el esposo que vino para buscar a su esposa. Juan se presentó como “el amigo del esposo, que está a su lado y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo”. Con humildad dijo, “así pues, este mi gozo está cumplido” (v.29).
El texto de cabecera claramente señala que Juan aceptó cumplir varios meses de servicio durante los cuales se despertó mucho interés hacia su persona. Comisiones de parte de los líderes religiosos vinieron a averiguar sobre su misión, y cuando Cristo vino Juan sabía de su superioridad “El que de arriba viene, es sobre todos” (v.31). Juan se preparó para el momento cuando el Cristo aparecería. Le atribuía todo el honor que merecía notificando al pueblo de su grandeza y del poder suyo bautizando a los que creyeran en él con el Espíritu Santo. Setecientos años antes Isaías anunció que un mensajero llegaría para anunciar el Mesías. (Isaías 40:3). Juan puso fin a los 400 años de silencio cuando no hubo revelación directa de Jehová para su pueblo. Su aspecto físico fue diferente y su dieta muy restringida. Quizás le llamarían un “hombre raro” en el día de hoy. Pero Jesús dijo de él, “Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista” (Mateo 11:11). De todos modos, lo más importante no era el aspecto del mensajero sino el mensaje que traía, “Preparad el camino del Señor, Enderezad sus sendas” (Mateo 3:3). Juan Bautista FUE PREPARADO para su ministerio. Jesús vino a un PUEBLO PREPARADO. Jesús vendrá otra vez y llevará consigo a LOS SE HAN PREPARADO, recibiendo a Jesús como su Salvador. ¿Cómo es la preparación suya? -daj
Lectura Diaria: | ||
Deuteronomio 23:9-24:22[leer]
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/Jonás 1-2 [leer]
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/Lucas 12:41-59 [leer]
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