Aquila y Priscila formaban una pareja que se destaca en el Nuevo Testamento como un matrimonio valioso en las manos de Dios. Sigamos estudiando acerca de ellos.
¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo? Amós 3:3
El mundo sigue necesitando a personas como ellos que dejan su huella en su medio ambiente, afectando las vidas de otros. Eran judíos y se habían convertido a Jesucristo. Tuvieron que salir de Roma cuando Claudio el emperador emitió un decreto obligando a los judíos abandonar la ciudad. Fijaron su residencia en Corinto, ciudad inmoral, pero no fueron afectados por el pecado que les rodeaba, sino se mantuvieron fieles al Señor y pudieron influenciar en la vida de otros. Parece que no tenían hijos, y si fuera así, sería sin duda una gran desilusión, como es para todo matrimonio. No sabemos cuánta pérdida significó dejar su hogar en Roma, la ciudad considerada el centro del mundo de ese entonces. Padecieron como forasteros más de una vez en ciudades a las que no pertenecían.
Se ignoran también las circunstancias cuando se convirtió Aquila. Tampoco sabemos si ellos se conocieron siendo ambos cristianos, pero por cierto, dieron cuenta de su conversión por sus hechos. Cuando Pablo llegó a Corinto con el evangelio en su gira misionera por Europa tuvo contacto con ellos. Aquila y Priscila no estaban en un yugo desigual, término usado en la Biblia para advertir contra la unión de dos personas cuando una es salva y la otra no. Es fuente de discordia y dificultad cuando hay desavenencia en la condición espiritual de marido y mujer. Es motivo de alegría cuando los dos son del Señor y pueden servir en conjunto.
Dios lo considera desobediencia cuando un hijo suyo contraiga matrimonio con alguien que no es salvo. En tal caso, hay unión legal, pero no espiritual y es semillero de muchos problemas. Es triste pensar que en una situación así: uno está en el camino al cielo y el otro va rumbo al infierno por no ser salvo. ¿Cuánto apoyo se prestaban entre Priscila y Aquila? Por el ambiente en que les tocó vivir y todo lo que tuvieron que soportar, tienen que haber necesitado mucho el uno del otro. Seguramente sabían consolarse mutuamente, y animarse con mucho cariño. El Señor estuvo presente en su matrimonio y los utilizó. Juntos lucharon por El. ¡Qué lindo ejemplo en este matrimonio! –daj
(continúa)
Lectura Diaria: | ||
Deuteronomio 30-31:13[leer]
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/Amós 9 [leer]
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/Lucas 16 [leer]
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