Mes: Julio 2014

Las Buenas Nuevas (I)

“Os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado… que Cristo murió por nuestros pecados, y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras” 1 Corintios 15:1, 3-4   La palabra “evangelio” significa “buenas nuevas”. Los pastores que velaban y guardaban las vigilias de la noche cerca de Belén fueron sorprendidos de recibir la visita de un ángel del Señor. Tuvieron gran temor, “Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo” (Lucas 2:10). La buena noticia era acerca del nacimiento de “CRISTO el Señor.” Treinta años más tarde, cuando el Señor Jesús salió a enseñar, recorrió “toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y PREDICANDO EL EVANGELIO del reino” (Mateo 4:23). Antes de ir al cielo, Jesús anunció “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones” (Mateo 24:14). Gracias a Dios que hasta el día de hoy en el mundo entero se escuchan las buenas nuevas, el evangelio de la gracia de Dios. Este fue un mensaje nuevo en su formato, y nuevo en su contenido. El reino de Dios asequible al ser humano y sólo por la gracia de Dios manifestada en la persona de Jesucristo. ¿Disfruta usted de la salvación anunciada en el evangelio? El evangelio puro es...

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La vida está en la sangre (IIII)

La sangre debía ser derramada. No existe en la escritura indicación alguna de “guardar la sangre”, como reliquia o artículo religioso. Sigamos considerando algunas cosas que la Palabra de Dios nos enseña al respecto. “La sangre preciosa de Cristo” 1 Pedro 1:17. Aunque en Levítico 11 se incluían algunas leyes con relación a alimentos, el tema de no comer sangre revestía especial importancia (Levítico 19:26; Hechos 15:20). También se enfatiza el hecho de que la sangre debe ser derramada. ¿Porqué Dios hizo tanto hincapié en esto? (1) Por su valor inherente en la conservación de la vida: “Porque la vida de toda carne (o criatura) es su sangre” (vv. 11, 14). Dios fue muy celoso con esto, incluso antes de que un animal limpio fuera comido, la sangre debía ser drenada de él, derramada y cubierta con tierra pues la vida está en la sangre (Génesis 9:4, Levítico 3:17, 17:12). (2) Para evitar la crueldad innecesaria hacia los seres vivos. Mucha gente cazaba ciertos animales con el único fin de comer su sangre o usarla en ritos religiosos paganos. En lugar de eso, quien cazare un animal debía derramar su sangre en la tierra (v. 13; Deuteronomio 12:16). (3) Por la importancia de la sangre en el culto y su papel fundamental en la salvación de todos los que se acercan al Señor. Dios quería que su pueblo comprendiera...

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La vida está en la sangre (III)

En términos prácticos, la totalidad de las veces en que la Biblia menciona la sangre como representando o equivaliendo con vida, es en un ser humano o un animal ya nacido o formado. Como veíamos ayer, el Hijo de Dios, recién en el vientre de su madre  porque recién está concebido, es el Eterno, es “mi Señor”. “Por cuanto derramó su vida hasta la muerte” Isaías 53:12 La sangre de la vida más perfecta, la única perfecta es la sangre que puede redimir al hombre caído. Es la vida del Hijo de Dios que es “santo, inocente, sin mancha y apartado de los pecadores” (Hebreos 7:26) la que una vez derramada hace posible nuestra salvación. Su vida derramada es su sangre derramada. En la expiación, Dios acepta la sangre de un animal, que es la vida del animal, en lugar de la sangre del hombre, en lugar de la vida del hombre. Es a través de sustitución. La sangre es santa en este sentido, porque el creador la ha santificado y no está disponible para el uso por parte del hombre. Sólo pertenece a Dios, el dador de la vida. Puesto que representa como ningún otro elemento corporal la vida de un ser creado, y la vida es de Dios, la sangre no debe banalizarse, rebajarse o profanarse en el contexto de ser un ingrediente de una comida o...

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La vida está en la sangre (II)

La sangre representa simbólicamente la vida de una persona. También la representa de manera tangible, pero bíblicamente la presencia de sangre no es indispensable para la identidad de un individuo, según la omnisciencia de Dios. “Mi embrión vieron tus ojos” Salmo 139:16 En el embrión humano, el pequeño corazón comienza a latir al día 22 y la nueva sangre comienza a circular al día 24.  Sin embargo, si la vida está en la sangre, ¿significa esto que no había vida antes pues no había sangre que circulara? De ningún modo, pues el “soplo de Dios”, el “aliento de vida” –tal como la primera vez con el primer hombre: “y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente” (Génesis 2:7)– transforma un cuerpo inerte en un ser humano. En la creación del hombre, Dios concede a Adán –y más tarde a Eva– un alma al momento de infundirle el “aliento de vida”. En la concepción este aliento de vida que hace que se constituya “un ser viviente” ocurre al momento de generarse el nuevo ser desde el punto de vista biológico, al momento de la concepción. Por cierto, sólo Dios conoce si ese embarazo llegará a término o no y David lo describe con estas palabras: “En tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas” (Salmo...

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La vida está en la sangre (I)

Desde el registro en el Génesis, una vida debe ser entregada por otra para la salvación de la primera. Consideremos algo con relación a la sangre. “La vida de la carne en la sangre está” Levítico 17:11 En el contexto de Levítico 17, leemos que la violación de la ordenanza de Dios respecto de no comer sangre es tan grave como hacer un sacrificio a los demonios. El infractor debía ser cortado del pueblo (Levítico 17:10). La razón de esta prohibición queda claramente establecida: “la vida de una criatura está en la sangre” y esta es el vehículo de la expiación. La vida y la sangre están estrechamente asociadas en una paridad, aun desde los primeros lenguajes escritos, y por cierto, en el hebreo (Génesis 9:4, Deuteronomio 12:23).  Existe una asociación biológica absoluta en los mamíferos, y desde el momento en que es un sinónimo de vida, la sangre puede expiar por la vida. Puesto que la vida de una criatura está en la sangre, sangre puede hacer expiación por la vida de uno. Una vida es sacrificada por otra. El derramamiento de la sangre sustituta sobre el altar logra la expiación, hace la expiación, puesto que la sangre de la víctima inocente, fue dada por la vida de uno que ha pecado. Sangre derramada implica que una vida ha concluido. Una vez que el pecado entró en el...

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