La cruz de nuestro Señor Jesucristo (XI): el lugar hacia donde todos son atraídos
Hemos visto cómo la Biblia muestra el lado divino de la reconciliación. Cómo, sin merecerlo, podemos ser aceptables ante los ojos del justo y santo Dios a través del sacrificio de la cruz el cual su propio y eterno amor proveyó. De nuestra parte, también, debe haber una genuina vuelta a Dios, o al menos, un genuino deseo de volverse a él, antes de ser salvos. “La benignidad de Dios te guía al arrepentimiento” Romanos 2:4 El nuevo testamento nunca enseña que la reconciliación con Dios es algo que él meramente impone unilateralmente en el hombre, no se impone de la nada. “Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar” (Isaías 55:7) “Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hechos 2:37-38) Debe haber un deseo honesto de abandonar el pecado, pues de otra manera no puede haber genuina fe en el Salvador, quien murió para salvar a su pueblo de sus pecados (Mateo 1:21), no en ellos. Esto no contradice el hecho de que...
Read More