LA GENEROSIDAD, SEÑAL DE MADUREZ
En la ley de Moisés Dios estableció un interesante principio de generosidad esperando que su pueblo lo practicara. Lea de ella. “El que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría” Romanos 12:8 Si ciertas leyes dictadas por Dios referentes a los ricos fueran proclamadas por algún gobierno hoy, tendrían poca probabilidad de ser aprobadas. Por ejemplo en Deuteronomio 15, hay una ley que declaraba cada séptimo año como el año de la remisión de Jehová. Los acreedores debían perdonar a su deudor, sin demandarle por el monto prestado. Dios quería que prevaleciera un trato hermanable entre los israelitas. Habían de recibir parcelas agrícolas como herencia y Dios quería que las familias las tuvieran a perpetuidad. Dios no quiso ver a los pobres oprimidos, sino animados a superar a la pobreza. Cada año séptimo los más solventes debían librar a sus endeudados. De esta manera reflejaban el carácter misericordioso de Dios. Al perdonar la deuda, el acreedor mostraba madurez y conciencia de lo que el mismo había experimentado bajo la mano bondadosa de Jehová. La ley fue dada “para que así no haya en medio de ti mendigo” Deuteronomio 15:4. Jehová se había comprometido bendecir al pueblo “con abundancia en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad para que la tomes en posesión”. Ellos mismos...
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