Tercer mandamiento: el Dios no visto, pero oído y conocido por su nombre, debe ser honrado (I)
Tomar el nombre de este Dios en vano implica serias consecuencias. Veamos lo que nos dice el mandamiento. “No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano” Exodo 20:7 Después de declarar que su pueblo no ha de tener ídolos, Él declara que su nombre ha de ser hablado y oído con reverencia. Triste es reconocer que cuán a menudo violamos este mandamiento en nuestra conversación, en nuestra pretendida piedad y en nuestra adoración. Debemos apreciar que este Dios libertador, pero celoso, declaró su nombre a los hombres (Éxodo 3:14). Dijo a Moisés: “Yo soy el que soy”. Este fue un nombre revelado, no por carne ni sangre, no un nombre genérico y en el hecho de revelarnos su nombre, se nos da a sí mismo. Dios declara sus atributos por medio de sus nombres en el Antiguo Testamento. Tan importante es su nombre que en su Palabra aprendemos que Él rescatará a Israel por el interés de este, su propio nombre, de su reputación personal, y no primariamente por el amor que les tenía: “Y cuando llegaron a las naciones adonde fueron, profanaron mi santo nombre, diciéndose de ellos: Estos son pueblo de Jehová, y de la tierra de él han salido. Pero he tenido dolor al ver mi santo nombre profanado por la casa de Israel entre las naciones adonde fueron. Por tanto, di a la...
Read More