Mes: Noviembre 2014

Idoneidad (II)

La Iglesia debe ser idónea para su Esposo. Eva fue hecha a la imagen de Adán para ser su compañera, como la Iglesia es hecha a la imagen de Cristo para ser su compañera. “Dijo además Jehová Dios: ‘No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea’” Génesis 2:18 La relación de Cristo y su Iglesia no es “hasta que la muerte les separe”, sino es un vínculo eterno. “¿Quién nos separará del amor de Cristo?” (Romanos 8:35), es la pregunta retórica del apóstol Pablo: “Nada ni nadie” es la respuesta que sigue. Como Eva que tenía que someterse a Adán para cumplir los propósitos divinos, así también la Iglesia ha de someterse a Cristo, pues el designio es “presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa” v.27. “Porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos” v30 “Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.” v.32. La obra ya ha comenzado en cada uno que conoce a Cristo como Salvador, pues es el Padre “nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz” Colosenses 1:12. Los santos en luz buscan como complacer a Aquel que “es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga...

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Idoneidad (I)

Cada matrimonio debe reflejar la relación de Cristo y su Iglesia. Entender este principio es la clave para disfrutar de las múltiples bendiciones posibles cuando marido y mujer lo practican. “Dijo además Jehová Dios: ‘No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea’” Génesis 2:18 Después de crear al hombre y colocarle en el huerto de Edén, Jehová Dios no quiso dejar a Adán sólo, y por eso, le proveyó de una compañera. Antes de poner por obra lo que tenía en mente, entregó a Adán el trabajo de nombrar a “todos los animales del campo y todas las aves del cielo.” Terminada la tarea, “Adán no halló ayuda que le fuera idónea” entre los animales. Acto seguido, durante un sueño profundo que Dios hizo caer sobre Adán, Dios “tomó una de sus costillas y cerró la carne en su lugar”. Luego, “de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer y la trajo al hombre.” Al verla por primera vez, Adán reconoció que “Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada” Génesis 2:23. “Una ayuda idónea”, había declarado Dios. La compañera que Dios le trajo llenó una necesidad en la existencia de Adán para llevar a cabo los propósitos de Dios referente al mundo y a la raza...

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Palabras de Vida Eterna

  “Señor, ¿A Quién iremos? Tú tienes PALABRAS de VIDA ETERNA” (Juan 6:68) PALABRAS de VIDA no es el portavoz de algún grupo religioso. Preferimos ser conocidos como cristianos, y cuando nos congregamos, lo hacemos en el Nombre del Señor Jesucristo. Así de simple. El libro que usamos siempre es la Santa Biblia, y extraemos textos y pasajes de los 66 libros para comentar. También nos referimos a ella como la Palabra de Dios o las Sagradas Escrituras. No usamos ningún otro libro como base para nuestros comentarios. Nos encerramos en los dichos de la Biblia. La Biblia contiene el único mensaje del Dios soberano, dirigido a los hombres. En ella Dios nos revela sus pensamientos y también se revela a sí mismo. Por la Biblia aprendemos quién es Jesucristo, el Hijo de Dios. Él es el Salvador de los que en él creen. La Biblia deja en claro cuál es la condición verdadera del ser humano delante de nuestro Dios Santo. Cada ser humano nace pecador y necesita ser salvo o librado de la ira venidera. Revela verdades relativas al porvenir. Revela que los que creen en Cristo pueden vivir en plena comunión con Dios con el poder del Espíritu Santo. La Biblia también revela que cuando el hijo o hija de Dios parte de este mundo, va inmediatamente al cielo. También revela que los que no creen...

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Denme diez minutos

“¿Qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?” Marcos 8:36 Fue en el país de Sudáfrica en el año 1879, que el príncipe imperial, hijo del emperador francés Napoleón III, formaba parte de un batallón inglés enviado para reconocer un fuerte que parecía abandonado por el enemigo. No se veía a nadie en la aldea cercana, pero los indígenas, favorecidos por la crecida maleza, se hallaban ocultos entre ella. “Volvámonos rápidamente” dijo el oficial que mandaba a la pequeña tropa. “¿Por qué?” preguntó el príncipe, “sólo pido diez minutos más para tomar una taza de café.” Dicho y hecho, pues se lo otorgó. Pero antes de haber transcurrido el tiempo señalado, se oyeron feroces gritos. Los soldados subieron velozmente a sus caballos y huyeron en desorden bajo una lluvia de flechas. Al llegar al campamento, la tropa constató que el príncipe imperial había desaparecido. Cuando contaron lo sucedido a su madre, la emperatriz Eugenia, ella exclamó: “Ése fue el defecto de mi hijo desde su niñez. De noche no quería acostarse y de mañana rehusaba levantarse. Siempre pedía diez minutos más. Me mostraba sus diez dedos extendidos, repitiendo su frase favorita: ‘dame diez minutos’” En la vida diaria puede ser peligroso aplazar atender un asunto cuando las circunstancias indican que debe hacerse en el mismo momento. Cuando nuestra salud está en juego, no vacilamos...

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Segundo Mandamiento: El Dios que es oído, pero que no es visto (II)

El mandamiento a no hacernos imagen de la divinidad nos hace naturalmente preguntarnos: ¿cómo entonces pudiéramos ver a ese Dios tan grande? “Dios es Espíritu” Juan 4:24 Dios es infinito en todas sus perfecciones. Por lo mismo, no hay forma en que un objeto finito pueda ser adorado como un Dios infinito.Dios nos invita a oir su voz, no a contemplarle con los ojos. Dios no nos ha dado características acerca de sí mismo. Más bien nos ha dado evidencias de sus perfecciones, pues es omnipresente, omnisciente, poderoso, santo, misericordioso y justo. En un ídolo el hombre proyecta cómo le gustaría que fuese Dios: manipulable, controlable,  a libre disposición. A los ídolos podemos quitarlos de nuestra vista o ponerlos al centro. Podemos adorarlos como se  nos plazca pues los hemos hecho nosotros. No así con Jehová. De la Escritura entendemos que Dios no puede ser representado en una pintura o una escultura. Más bien a Él le ha parecido que su semejanza aparezca en nosotros de la siguiente manera: Hallamos la imagen de Dios cuando adoramos. Conforme los hermanos a viva voz expresan las perfecciones de Aquel que nos amó y nos salvó por medio de su Hijo, aparece su persona. Radiante y excelsa. Dios es visto por medio de la fe en la adoración llevada acabo en espíritu y en verdad (Juan 4:23). El, por tanto, se revela en la adoración consciente de quienes han sido hechos a su imagen y están en una mente con él, los que son suyos, salvados por la fe. Podemos decir, entonces, que la imagen de Dios la encontramos en la iglesia que adora. ¡Qué notable! Damos gracias a este Dios que nos amó y...

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