Para buscar a los perdidos
“Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle” Lucas 15:1 En Lucas 15 Jesús nos enseña el mismo mensaje tres veces. Nos habla de la oveja perdida, la moneda perdida y el hijo perdido. Podríamos llamarlo el capítulo de las cosas perdidas, aunque el mensaje de fondo va aun más allá. Nos muestra la posibilidad de entrada al reino de Dios para los despreciados, rechazados e indignos, y la exclusión de este de la élite religiosa. Ahora bien este no es un mensaje político. Fijémonos bien que se acercan Jesús “todos los publicanos y pecadores para oírle” (v. 1). Los publicanos y pecadores eran los que no podían acercarse al templo, no serían bienvenidos en una sinagoga, ni serían recibidos por los religiosos que se creían tan suficientes, santos y calificados para entrar en el reino de Dios. De hecho, esa es la “acusación” recurrente que los fariseos y escribas tienen contra el Hijo de Dios a lo largo del evangelio de Lucas (Lucas 7:39, 19:7). Es que según los religiosos un pecador no era digno de acercárseles. No ocurre así con Jesús. Aquel que dijo “no he venido a llamar a justos sino a pecadores al arrepentimiento” (Lucas 5:32) tiene que juntarse con los pecadores para alcanzarles, tiene que efectivamente recibirles y cenar con ellos y no puede ser de otra manera (v. 2). En...
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