Los sufrimientos del Siervo de Jehová́ (IV)
“Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho” Isaías 53:11 Como veíamos, la profecía de Isaías 53 está mayormente escrita en tiempo pasado, aun antes de haber venido el Hijo de Dios. Setecientos años antes del nacimiento en Belén, ya su cumplimiento se da por seguro, se cuneta como historia acontecida. El siervo fue menospreciado, fue angustiado, fue llevado al matadero, fue cortado de la tierra de los vivientes, fue herido… Sin embargo, en todo este conjunto de hechos la palabra nos deja aun un elemento de esperanza para el pecador. Se nos esboza la resurrección y el hecho de que viene un día en que este siervo se regocijará al ver el resultado de tanto sufrimiento injusto, el resultado de su sacrificio: “Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje” (Isaías 53:10). El recogerá un fruto nacido de su dolor, angustia y muerte. Son aquellos que le han de “conocer”. Son aquellos que experimentarán el mismo “darse cuenta” de su profundo error, y afrenta para con él, darse cuenta de su pecado, como veíamos antes. Entonces habrá gozo, aquellos que lo conozcan serán “su linaje” (v. 10), su descendencia. Parte de su familia, un mismo Padre y un mismo Dios (Juan 20:17). “Por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el...
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