El egoísmo (II)

El egoísmo es demostrado en muchas y varias maneras. Sigamos aprendiendo acerca de esto. “Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos.” Marcos 6:34 La Biblia enseña que es una de las señales de los últimos días. Por ejemplo, “Habrá hombres amadores de sí mismos” (2 Timoteo 3:2). En vez de amar a otros aman su “ego”, es decir, a sí mismos: son “egoístas”. De esta raíz emana una variedad de pecados. Pablo el apóstol describe a los egoístas en su carta a los Filipenses, “Buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús” (Filipenses 2:21). El egoísmo se encuentra tanto entre aquellos que no pretenden vivir una vida cristiana, como entre los que profesan ser creyentes. Por ejemplo, la falta de consideración es el producto del egoísmo. Al no importarle llegar a la hora señalada, es porque el egoísmo le tiene dominado. Al faltar en el cumplimiento de una tarea después de haberse comprometido es porque está presente el egoísmo. Al ver el egoísmo bajo esas luces, cuán avergonzados nos sentimos cuando consideramos qué frecuentemente nuestras acciones son dañadas por el egoísmo. El egoísmo también se ve cuando falta la paciencia para con aquellos que tienen ciertos escrúpulos referentes a diversas áreas de la vida, como la dieta o algunas prácticas culturales. Los “fuertes” son llamados a “soportar las flaquezas de...

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